UN BEBÉ PARA NAVIDAD romance Capítulo 85

Zack no se asustó porque sabía que de Inglaterra normalmente no llegaban malas noticias, pero aun así no demoró ni dos segundos en contestar.

—Hola amor de mi vida, tormento de mi alma, anhelo de mi corazón...

—¡Qué pendejo te pones cuando quieres, James! —bufó Zack—. Pero yo también te quiero. ¿Qué pasó? Mi asistente me dijo que era urgente.

—¡Pues sí! Tú me llamaste para ponerme un cohete en las nalgas y yo aquí te respondo de la misma manera! —se rio su amigo.

James King y Zack habían estudiado juntos en la universidad de Oxford, ahora él dirigía una de las sucursales de Kings Holding Corporation mientras su hermana mayor, Sophia, dirigía la sucursal de Boston. Zack la conocía y la respetaba mucho, pero prefería tratar primero con su amigo.

—Escucha, Sophi me llamó, dice que le salió un proyecto urgente para una marca juvenil de gabardinas —le explicó James—. Le pasé la foto que mandaste del chico y dice que le gustó su "aura" o lo que sea. Total que si mañana antes de las cinco de la tarde llegas a Boston con el muchacho, el contrato es tuyo.

Zack casi dio un salto de la emoción.

—¡Listo, ya llamo a tu hermana! ¿¡Ya te dije que eres el niño más sexy del mundo!?

—Ni me digas, sé que me cambiaste por Ben, pero yo te sigo queriendo —protestó james y hablaron otro poco antes de colgar.

La conversación con Sophia King fue rápida, profesional y definitiva. Mitad negocio y mitad favor personal.

El pago por la campaña publicitaria no era exorbitante pero había que comenzar por algo y cincuenta mil dólares por un día de sesión de fotos no era poco.

Podía esperar que Ben pusiera su cara para no inmiscuirse, pero la realidad era que estaban muy cortos de tiempo. Tomó su gabardina y de inmediato se subió a su camioneta. Poco después contenía el aliento y tocaba tres veces a la puerta de Andrea.

Ella abrió toda despeinada y jadeando por el ejercicio, pero se quedó petrificada al verlo.

—¡Escucha no te pongas a gritar! —advirtió él—. Sé que dije que no me metería en tu camino, pero me acaban de llamar con una propuesta que además de importante es urgente.

Andrea vio que estaba genuinamente ansioso así que lo dejó pasar.

—¿Qué sucedió?

—El grupo que estás valorando para la publicidad de Baby Storm...

—Kings Holding Corporation.

—Nos conseguiré un vuelo que saldrá mañana a las doce del día. Intenten descansar, porque tendremos una noche muy movida —le dijo Zack y poco después se despedían.

Andrea estaba emocionada. Había visto cuánto le pagarían a la empresa por la publicidad y ella sabía cuál sería su parte.

Cuando se bajaron frente a su casa, Zack ya estaba nervioso otra vez.

—Escucha... ni quieres quedarte con Adriana está bien. Yo puedo encargarme —intentó decirle.

—Te lo agradezco, pero Gideon es mi cliente y lo correcto es que yo lo acompañe —respondió ella—. Además como es una sesión de emergencia, me imagino que no demoraremos mucho, ¿verdad?

—Espero que no, dos días como máximo —calculó Zack.

—De acuerdo entonces, voy a hacer mi maleta.

Él se despidió con un gesto de la mano y la observó subir las escaleras hasta que llegó a salvo a su departamento.