Un chico especial (COMPLETO) (BL) romance Capítulo 37

...Narra Thomas...

–¿Por qué hablas con Kim? ¿Desde cuándo? ¿Dónde está? –fui bombardeando con preguntas a Félix mientras él se mostraba nervioso.

–No puedo decirte, él no quiere que lo sepas...– me respondió quitándome su Tablet de las manos bloqueándola para que no pudiera llamarlo– será mejor que bajemos, por favor no me hagas más preguntas.

Lo miré con seriedad accediendo, nadie quiere decirme donde se encuentra, su padre no tiene ni idea, sus amigos saben, pero no quieren decirme por el bien de Kim y ahora resulta que Félix mantiene una relación cercana con el amor de mi vida y no quiere decirme donde se encuentra, sin embargo, ahora sé que puedo conseguir su nuevo número, solamente debo esperar a que Félix baje la guardia para sacar el número de su Tablet.

Durante la cena cuando pregunté cosas sobre Kim, mi familia se quedó en silencio ignorando mi pregunta, todos parecían conocer el paradero de Kim, además cuando insistí mi padre me dijo que dejara de insistir, que ya lo había perdido debido a mi falta de atención hacia él, mi familia estaba molesta conmigo, no querían hablar sobre Kim, ellos creían que mi amor por él se había acabado, pero entonces como un método desesperado para que me hablaran sobre él les levanté la voz diciéndoles que yo tenía pensado pedirle matrimonio, sólo de esa forma conseguí su atención, les hable sobre las razones por las cuales me mostré distante, además que también mencioné a su hermanastra, la cual me coquetea, mi madre estaba un poco feliz, pero al mismo tiempo molesta, ella no entendía por qué no la he despedido, ya que, era tema fundamental de mi ruptura con Kim.

¿Qué descubrí? Que era él quien les contaba un cuento, no estoy seguro de su paradero, de todas formas, Benjamín decía que era un lugar con nieve, además que tenía un paisaje hermoso, sin embargo, está con sus abuelos y no recuerdo que me haya dicho donde vivían sus abuelos exactamente, sólo sé que es en Noruega ¿estará en el centro de la ciudad? Quizás un poco más apartado...

Le prometí diez dólares más si me averiguaba la ciudad exacta, por lo que enseguida sus ojos brillaron ante la idea de poder comprarse muchos helados y juguetes, además que se aproximaba el cumpleaños de Andrea, así que quería regalarle algo. Sé que me estoy aprovechando de la inocencia de un niño, no obstante, es por un bien mayor.