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Un chico especial (COMPLETO) (BL) romance Capítulo 46

–¡¿Qué le estás haciendo a mi hijo?!– gritó mi madre, por lo que inmediatamente Fred se quitó de encima de mí y se acomodó su ropa, mientras yo hacía lo mismo sintiendo su corrida que se deslizaba por mis nalgas, esto era muy incómodo, mi corazón se aceleró por la adrenalina, estaba muy asustado.

–Mamá, puedo explicarlo– dije acercándome con miedo

–¿¡Explicar qué?! –gritó mi madre– ¡¿te gusta eso?! ¡¿Te gusta que un hombre te tome de esa forma?!– decía furiosa.

–¿Qué está pasando? –preguntó mi padre, quién se acercó debido al escándalo.

–¡Vi a este sucio maricón sobre nuestro hijo! –gritó mi madre.

–¿Qué? –soltó mi padre, su rostro palideció debido a lo que acababa de escuchar, pero miró a Fred y se le acercó dispuesto a golpearlo, por lo que me puse en medio.

–¡No lo lastimes! –dije viendo la furia en sus ojos.

–¿¡Qué tienes en la cabeza?! ¡Déjame matar a esta escoria que ha abusado de ti! –gritó mi padre furioso.

–¡No me abusó! –dije viendo como mi padre me observaba– yo lo quise, Fred y yo somos novios...– confesé a lo que mis padres me miraron con asco– y lo amo...– agregué.

Mis padres estaban desconcertados, parecían asqueados, mi padre incluso levantó su mano dispuesto a golpearme, yo sabía que aquel golpe dolería, ya me ha golpeado antes, pero prefería que me golpeara a mí en vez de a Fred, por lo que cerré los ojos con fuerza.

–No te atrevas a tocarlo– dijo Fred en un tono frío, cuando abrí mis ojos pude ver como sostenía el brazo de mi padre con fuerza.

–¡Suéltame!– gritó mi padre, por lo que Fred lo soltó– es mi hijo, puedo corregirlo cuando yo quiera.

–No– dijo Fred poniéndose por delante de mí– que sea tu hijo no quiere decir que puedes golpearlo, te aseguro que este "sucio maricón" te puede partir la cara como todo un "macho" si lo tocas– amenazó.

–¡Fuera de mi casa! –gritó mi padre exaltado– ¡Los dos! –agregó, por lo que Fred tomó mi mano con fuerza, dándome protección–¡Desde hoy dejas de ser mi hijo! –me gritó– te aseguro que esta escoria no cuidará de ti como tú lo piensas.

–Muy bien...– dije bajando la cabeza acercándome a la salida mientras Fred me seguía, aun tomándome de la mano.

–Es legal casarnos, así que ya los invitaré a la boda– soltó Fred sacándome de allí corriendo tras enfurecer a mi padre.

Salí de mi casa con una sensación extraña, estaba triste, pero al mismo tiempo me sentía eufórico, Fred cuando llegamos a su casa me abrazó tras apoyarme contra la puerta y en vez de llorar, me reí, me sentía libre, además que Fred me estaba protegiendo e incluso tuvo el descaro de provocar más a mi padre con eso de la boda. Claro que no es verdad, nosotros no tenemos pensado casarnos, al menos no ahora.

–¿Y ahora qué?– pregunté.

–No te preocupes, yo te daré todo lo que necesites...–me aseguró viéndome a los ojos.

–¿Soy libre?– pregunté, a lo que él sonrió.

–Sí mi amor, desde ahora no debes ocultar lo que sientes– me besó de forma dulce.

Al principio sólo deslizaba mi lengua por cada glorioso centímetro de su pene, pero cuando se puso duro, lo metí en mi boca disfrutando de la forma en la que se aferraba a mi cabello mientras suspiraba. Yo sé que le gusta, su cuerpo se estremece cuando le doy una mamada, así que con todas las habilidades que he ido adquiriendo gracias a él, fui tocándolo con tal de mantenerlo animado.

–hhmmp...–soltaron mis labios tras apretar su pene, yo levanté mi mirada viendo como sus ojos estaban en llamas–¿te gusta cuando hago esto...? –pregunté lamiendo su glande de forma lenta.

–ah...–suspiró– sí...– movió de forma leve sus caderas.

–¿Y esto...? –pregunté chupando únicamente la punta, Fred rápidamente se estremeció como respuesta, él suele ser muy sensible cuando acaricio la punta de su pene, sin embargo, yo deseaba disfrutar de mis acciones mucho más tiempo, por ende, fui tocándolo con cuidado de que no se corriera.

–Juguemos...–suspiró– ¿recuerdas al amiguito vibrante de la otra vez? –preguntó por lo que asentí. Él se alejó de mí, se acercó al lugar en donde guardaba todos los juguetes sexuales que ha usado conmigo, además donde también se encuentran los condones y lubricante, para seguido regresar a donde estaba yo con el vibrador cubierto de lubricante– póntelo– me dijo.

Yo me acomodé en el suelo y obedientemente me lo puse tal cual él me lo pedía, aunque sin esperar a que lo prendiera, me acerqué nuevamente a su erección para chupar mientras que más tarde encendió el vibrador poniéndolo en el primer nivel, sólo era un nivel, podía soportarlo, pero sentir mi interior ocupado al igual que mi boca, me excitaba muchísimo, por ende, cada una de mis acciones se apresuraron para que se corriera y así pudiese entrar en mí, sólo que eso no ocurrió.

–Por favor...–pedí tocando su pene que goteaba, estaba corriéndose de forma lenta, por ello lo envolví con mi mano y comencé a masturbarlo más deprisa con tal de que se corriera.

–Ah... mmmh...–gimió corriéndose, ensuciando parte de mi pecho– ven– me dijo poniéndome de pie.

Fred limpió su corrida, dejó que me limpiara apropiadamente aun con el vibrador, por lo que, tras salir de cuarto de baño, él me dejó sobre la cama su abrigo y me dijo que me lo pusiera. Yo obedecí, no entendía que íbamos a hacer, pero me arrepentí de haber obedecido tras salir a comprar aquello que él me dijo que necesitaba.

Yo estaba muy nervioso, estábamos en el auto, el vibrador aún estaba al primer nivel, así que podía controlarme, sólo que luego de comprar aquello que necesitaba para su trabajo, fuimos hasta una tienda de vestimentas provocativas y me compró un par de ellas. Tuve que probarme las vestimentas mientras deseaba tocarme, además él se colaba conmigo en el vestidor para verificar que me quedaba bien lo que me estaba por comprar.

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