—Y nosotros sabemos que eso no es así… al menos no es el alfa que nosotros conocemos— digo triste.
Xavier era un hombre tan bueno, me había ayudado, había estado a nuestro lado como uno más de la manada. Sabía que era un hombre fuerte, de una manada poderosa. Yo rogaba todas las noches de que consiguiera a su mate y encontrara su camino.
—Es así… pero confiemos en la diosa y…— empieza a decir él cuando yo lo interrumpo.
—Ohh... —digo de repente
—¿Qué sucede? —
—Creo que... siento un dolor y... —digo y no ha terminado de hablar cuando ya él me toma en sus brazos directo a la enfermería.
—¡Sebastián por la diosa! ¡Espera! —intentaba gritar, pero no había forma de que él se detuviera. En minutos ya estaba en una camilla y el doctor lucía como si había sido levantado para atenderme.
Mis nervios estaban a mil y además escuchaba las sorpresas de todos y casi gritos.
—¡Viene un nuevo Alfa! ¡Nuestra luna ha entrado en trabajo de parto! —escuchaba a todos tremendamente emocionados.
—Aquí estoy mi amor... no me alejaré de tu lado— decía él. Me esperaban horas de dolores y por momentos temía lo que pudiera pasar.
—¡Sebastián! ¡Relájate que tu mate está sintiendo toda tu ansiedad!— le reclamaba Nancy mientras yo me concentraba en respirar y pensar en que todo iba a salir bien.
—Lo estás haciendo muy bien... excelente Tatiana... ya queda muy poco— decía el doctor mientras Sebastián hacía lo posible para ahuyentar a todo el mundo, calmar las expectativas para que me dejaran en paz y a la vez no irse de mi lado.
Yo lo había visto triste, molesto, preocupado... pero ahora era una emoción extraña, ansiedad, felicidad y también miedo.
Y cuando por fin lo escuchamos llorar... sentí que pude respirar de nuevo junto con él.
Comentários
Os comentários dos leitores sobre o romance: Una curvy para el Alfa
La estoy matando, pero necesitamos los capítulos que siguen por favor...
Apasionante, mas capitulos!...
Me encanta...