Venganza Reencarnada de la Rica Heredera romance Capítulo 147

En la sala de reuniones, varios altos ejecutivos del departamento de diseño y del departamento de marketing participaron en esta evaluación. Era evidente que el Grupo Jara le daba mucha importancia a este concurso. Ximena era la nueva jefa del departamento de diseño, graduada con honores de un programa de diseño internacional, y tenía cierta influencia en el mundo del diseño de joyas. Se especializaba en crear colecciones exclusivas para damas adineradas, y cada conjunto de joyas que salía de sus manos estaba valorado en millones. Como el departamento de diseño era el núcleo del Grupo Jara, su posición dentro del grupo era crucial, y muchos departamentos dependían de su aprobación.

"¿La señorita se retiró del concurso?" Ximena, vestida con alta costura, esbozó una sonrisa sarcástica. Al recordar aquel rostro, sus ojos escondían un odio sin precedentes. Su asistente comentó, "Dicen que la princesa se lastimó hace poco y no quiere participar. Siguiendo las instrucciones del Sr. Fernández, han eliminado su nombre de la lista."

Ximena replicó con ironía: "No es más que un florero. Incluso si le dieran mis diseños y ganara el primer lugar, los trabajos que haga posteriormente no serían más que basura." "Para los asuntos de la compañía, es mejor que esta pequeña princesa se quede en su invernadero."

La asistente contuvo el aliento, sin atreverse a respirar fuerte, ya que el nombre del grupo era 'Jara'. Si alguien escuchaba que hablaban de la princesa, podría haber un gran escándalo en la empresa. Ximena, quien había regresado de estudiar en el extranjero, no sabía lo que los empleados veteranos ya habían presenciado.

De repente, en ese momento, una empleada en prácticas del Grupo Jara, al darse la vuelta apresuradamente, derramó el café que llevaba en las manos sobre Ximena. El asistente exclamó: "¡Desprevenido! ¿Acaso no miras por dónde vas?"

La secretaria en prácticas dijo, "Lo siento, lo siento, Srta. Ximena."

"¿Estás bien?" Penélope salió del baño con los documentos preparados para su presentación y, al ver la escena, sacó un pañuelo de su bolso para limpiar las manchas de café de Ximena.

La secretaria en prácticas explicó, "Se acabaron los granos de café en la sala del despacho presidencial y la señorita quería un café frío. Me apresuré y fue un accidente. Lo siento, Srta. Ximena, no fue intencionado."

VERIFYCAPTCHA_LABELVerificar