Venganza Reencarnada de la Rica Heredera romance Capítulo 224

Liberto: "No, últimamente he estado ocupándome de los asuntos de la empresa."

"¡Cállate! No me hables de eso." Apenas Liberto terminó de explicarse, Rafaela lo interrumpió abruptamente. La mención de la empresa solo avivó su enojo, dejando una frustración atrapada en su pecho. "¿Cómo te atreves a hablarme de la empresa frente a mí?"

"Si no hubieras llevado a Penélope a mi casa, ¿crees que estaría atrapada por ella por un simple collar? ¿Por qué mi papá y yo tenemos que soportar esta humillación?" Rafaela cerró el espejo con un chasquido, su mirada llena de resentimiento. "Todo esto es por tu culpa."

"Ya basta, para el auto en el borde de la carretera y déjame bajar. Me iré en taxi a la escuela. Verte solo me hace sentir peor."

Rafaela cerró los ojos y se frotó las sienes, sintiendo cómo latían con furia.

Liberto observó su estado, sus labios delgados se apretaron en una línea recta y afilada. "Si te sientes mal, hay medicinas en el auto."

"¡Quiero que pares el auto!"

Liberto explicó: "No es seguro detenerse aquí."

Rafaela no quiso seguir discutiendo con él; solo deseaba irse a estudiar a Francia lo antes posible. No iba a tomar su medicina, quién sabe si estaba envenenada.

Liberto detuvo el auto cerca de una estación de metro y una parada de autobús.

Rafaela no dijo una palabra, salió del auto y detuvo un taxi en la carretera. Se marchó rápidamente.

Poco después, el teléfono de Liberto sonó. Miró la pantalla y, tras dudar un momento, contestó.

Penélope, al otro lado de la línea, hablaba con voz temblorosa. "Sr. Liberto... ¿está bien? Ya sé todo lo que pasó, ¿se encuentra bien? Ayer fui a hablar con Ximena. Ella me prometió que no se preocuparía más por esto. Yo... no quiero que te pase nada."

"¿Algo más?"

Penélope, en la sala de descanso, miraba una planta con hojas verdes frente a ella. Estaba algo perdida, su corazón latía con fuerza. Apretó los puños, decidida a seguir adelante, y cerró los ojos antes de hablar. "Sr. Liberto, la próxima semana es el aniversario de la escuela, ¿vendrá a vernos actuar?"

Liberto: "¿Te inscribiste?"

Al escuchar su voz, Penélope sintió que su corazón se aceleraba. Asintió con fuerza. "Sí. Entonces... ¿vendrás?"

Liberto: "¿Quieres que vaya?"

"¡Sí! Y Ximena... también me gustaría que viniera contigo. Aparte de mi mamá y mi hermano, ustedes son las personas más importantes para mí. En este tiempo, tanto en la empresa como en mi vida personal, han sido muy buenos conmigo. Antes, siempre te veía como una mala persona, pero luego me di cuenta de que eres una buena persona. Me equivoqué... y quiero disculparme por mi actitud hacia ti."