Venganza Reencarnada de la Rica Heredera romance Capítulo 234

Liberto se sentó frente a ella, pero no tocó el tazón que tenía delante, sus ojos profundos la miraban fijamente.

Rafaela se sintió incómoda bajo su mirada, "Deja de mirarme con esos ojos asquerosos."

Liberto respondió con calma, "Mirar a alguien mientras hablas es una muestra básica de respeto."

Rafaela alzó una ceja y dijo, "Soy una persona, no necesito que un perro me respete."

"¿Dónde aprendiste a cocinar? Tiene buen sabor." Cuando Rafaela estaba de buen humor, su mirada hacia Liberto era más amable, con menos agresividad que de costumbre.

"Un huérfano sin padre ni madre, cocinar por sí mismo es una habilidad básica de supervivencia. No como la Srta. Rafaela, que siempre tuvo todo, incluso si no sabe cocinar, siempre habrá alguien que le traiga la comida."

Aunque sus palabras parecían inofensivas, Rafaela sintió que Liberto la estaba insultando de manera sutil.

"¿Le cocinaste a Penélope alguna vez?" De repente, perdió el apetito después de comer medio tazón, dejó la cuchara con un golpe en la mesa, "A veces realmente no entiendo el amor de ustedes, los pobres. Con un gesto amable y unas palabras dulces, ya están dispuestos a entregar su vida. Liberto, lo que hemos vivido me ha enseñado que al casarse, uno debe buscar a alguien de su mismo nivel. O de lo contrario, como yo, criando cuervos que te sacarán los ojos, y siendo objeto de la codicia de la gente por mi propiedad. La sopa está buena. Pero al verte, se me quita el hambre..."

Después de que Rafaela regresó a su habitación, Liberto se comió la sopa que ella no terminó, así como la que tenía frente a él, que tampoco había tocado, reservándola para ella.

Con la experiencia de haber peleado por comida con perros callejeros, Liberto sabía el valor de la comida y, después de terminar, limpió la cocina.

A las cuatro y media, Clara se preparaba para hacer el desayuno y al ver a Liberto en la cocina, se sorprendió, "Sr. Liberto, ¿no ha descansado? Deja esto, yo lo haré."

Liberto respondió, "No te preocupes."