Venganza Reencarnada de la Rica Heredera romance Capítulo 233

Una tras otra, las imágenes eran irresistibles, sugiriendo una relación incomparable y sutil entre ellos. No importaba cómo se mirara, eran la pareja perfecta.

Describirlo como "perfectamente compatibles" era lo más adecuado.

Frente a la ventana de piso a techo, el reflejo en el cristal mostraba la mirada asombrada del hombre y la fría aura que emanaba sin darse cuenta.

Era su única forma de ocultarse en las sombras, observando todo sin revelar su verdadero rostro a nadie.

Sí, las fotos de Rafaela y Alonso en el Comedor Delicias del Mar eran todas parte de un plan de Rafaela, usando los rumores sobre ella y Alonso para beneficiar al Grupo Jara.

Para Rafaela, eran solo unas fotos, meros rumores de los medios.

Liberto manipuló su teléfono por un momento, y luego su oscura mirada se posó en un globo de cristal sobre la mesa. Quince años habían pasado, y aún parecía nuevo...

Además, Liberto notó un documento en la mesa con anotaciones hechas con un bolígrafo negro, y una caligrafía hermosa. Era un caso de restauración de la joya Lágrima de Ángel del Grupo Jara, incluyendo todos los procedimientos.

Hace años, la Lágrima de Ángel fue dañada accidentalmente en una exposición, causando gran revuelo.

Sin embargo, en menos de tres meses, la Lágrima de Ángel reapareció en el mundo, perfecta y sin defectos.

Y... la persona que restauró la Lágrima de Ángel fue la madre de Rafaela, Abril. Considerada la primera belleza de Floranova, deseada por todas las familias de renombre.

La familia Jara también era una familia noble, pero Abril no se casó con una familia de su nivel; en cambio, eligió al humilde Fernández, con quien había crecido.

Rafaela heredó la belleza de Abril y ahora... también heredó las acciones de Abril.

La Lágrima de Ángel restaurada todavía se exhibe en el museo nacional...

Liberto observó el cambio en Rafaela, sorprendido de que la otrora frívola y escandalosa Srta. Rafaela había comenzado a tomar las riendas de su vida.

Estaba fortaleciendo sus alas, y cuando fueran lo suficientemente fuertes, ya no necesitaría depender de nadie...

Rafaela sostenía una cuchara y su teléfono en la otra mano. Ya eran las cuatro de la mañana, y el cielo afuera estaba comenzando a aclararse.

Las habilidades culinarias de Liberto eran innegables; aparte del Comedor Delicias del Mar y los platos de Clara, sus comidas apenas se ajustaban al paladar de Rafaela.

"¿Recuerdo que eras de Pueblo Dorado?"

Este tazón de fideos sabía exactamente igual a los que Miguel le había cocinado a Rafaela cuando fue secuestrada de niña y encerrada en un cuarto oscuro.

Después de eso, Rafaela pasó mucho tiempo sin volver a probar ese sabor.

Liberto respondió: "Algo así."

Rafaela apartó la vista de su teléfono, "¿Qué significa 'algo así'? Ah, ya recuerdo, fuiste mendigando todo el camino hasta Pueblo Dorado."