Venganza Reencarnada de la Rica Heredera romance Capítulo 250

Ximena respiró hondo, tratando de calmarse. Pensó en que en este mundo aún había alguien que se preocupaba por ella, y eso le brindaba un gran alivio. Más aún porque esa persona era a quien había amado durante tantos años.

"Bueno, no hablemos más de esto. Sé que estás ocupado. No te preocupes, de ahora en adelante, antes de hacer cualquier cosa, lo consideraré. Nunca te pondré en una posición difícil."

Liberto respondió: "Sí."

Después de colgar el teléfono, Ximena sintió cómo la oscuridad en su corazón se disipaba. Las palabras de protección de Liberto le brindaban tranquilidad. Desde que era pequeña, Liberto, como su hermano mayor, siempre le había dado a ella y a Viviana una sensación de seguridad que les permitía enfrentar todo, algo que Ximena solo podía sentir cuando él estaba cerca.

Cuando su padre falleció, Liberto asumió la responsabilidad de la familia Gómez, llevando sobre sus hombros la carga de cuidarlas a ella, a Viviana y a su madre...

Se podría decir que si no fuera por Liberto, Ximena no habría llegado hasta donde estaba hoy...

Y su madre quizás no habría soportado la pérdida de Viviana y podría haber decidido quitarse la vida.

Afortunadamente, el cielo aún las protegía...

Protegía a la familia Gómez, y Ximena creía que algún día lograría derribar a la familia Jara. Aunque pareciera imposible, estaba decidida a intentarlo.

Esperaba con ansias el día en que la familia Jara cayera...

Penélope se acercó con cautela, "Ximena, ¿estás enamorada?" Su rostro reflejaba una alegría discreta, y su ánimo no se había visto afectado por el pequeño incidente anterior.

Ximena le sonrió a Penélope, "Estoy trabajando en ello, espero pronto tenerlo a mi lado como tu cuñado."

Penélope, realmente feliz por ella, sonrió con los ojos, "¡Genial, espero escuchar pronto buenas noticias!"

Ahora que tenía una segunda oportunidad, prefería hacer algo significativo.

De repente, Rafaela tuvo una idea. Sacó su teléfono del bolso y, entre las cosas de Aarón, encontró un soporte para teléfono que no sabía cuánto tiempo llevaba allí. Ajustó la cámara del teléfono hacia las herramientas de restauración que sostenía, grabando un pequeño clip, pero aún parecía un poco borroso.

Así que Rafaela contactó a su red de contactos y trajo a un fotógrafo...

Rafaela, a veces, realmente actuaba por impulso. Pero una vez que tenía una idea, se esforzaba al máximo para hacerlo lo mejor posible.

Rafaela estaba al lado dirigiendo al fotógrafo.

Un momento después, "Srta. Rafaela, ¿te parece bien esta claridad?"