Venganza Reencarnada de la Rica Heredera romance Capítulo 283

"¿No es bueno que Fernández haya muerto? ¿No es esto lo que queríamos?"

Liberto, con una mirada intensa, encontró los ojos de Ximena. "Cuando te calmes, vuelve a buscarme."

Se levantó sin voltear atrás y se alejó.

Para Ximena, parecía que Liberto se estaba ablandando por Rafaela. ¿Podría ser que realmente se había enamorado de ella?

Si era así, ¿qué significaba Viviana para él?

Rafaela ya debería estar muerta.

Si la familia Jara no hubiera querido el corazón de Viviana, nada de esto habría ocurrido. Quién sabe, quizás Viviana seguiría viva, feliz, haciendo lo que siempre quiso. La verdadera culpable de toda esta tragedia siempre había sido Rafaela.

En el centro comercial, Rafaela estaba eligiendo el vestido de noche para la velada. Tenía uno morado, otro en color oro rosa, y uno más en negro y dorado.

Alonso, impaciente, esperaba mientras Rafaela se preparaba. Mientras se cambiaba, Rafaela estornudó, preguntándose quién podría estar hablando de ella.

Esa noche, iría con Alonso a una fiesta de una 'dama de sociedad'. Rafaela era la elección perfecta. A pesar de que Alonso tenía novia, Maritza le había dicho que Macarena no tenía el estatus adecuado y que solo causaría problemas si asistía. Así que Rafaela tuvo que intervenir.

La familia Cruz, con su prestigioso trasfondo, era muy exigente con las personas que la rodeaban. Sin embargo, conocían bien a la familia Jara. Rafaela solo tendría que aparecer, comer algo y luego encontrar una excusa para irse.

Rafaela se decidió por el vestido negro y dorado. Estaba hecho del más fino tejido, con materiales raros y preciosos. La tela era suave y, al moverse, brillaba, envolviendo delicadamente su figura.

A pesar de ser un hombre reservado y elegante, Alonso no pudo evitar admirarla. "Te ves hermosa."

Después de tres cambios de vestido, esa era siempre su respuesta.

El empleado estaba sorprendido: ¿Ella no lo sabía?

Alonso sonrió levemente. "No tiene gran historia. ¿Quieres una?"

Rafaela preguntó, "¿Tiene mucho dinero?"

Demasiado, pensó, pero no quería aceptar tanto. Un millón o dos estaría bien.

Cada año, Rafaela recibía regalos de Año Nuevo, y lo que los Sres. Cruz le daban solía ser una cantidad similar. Aunque cada vez que iba a su casa, Alonso casi nunca estaba.

Alonso sonrió con dulzura, "Sí... Maritza la ha usado algunas veces. Tiene privilegios para comprar joyas y bolsos. Puedes preguntarle a Maritza."

Rafaela arqueó las cejas, su sonrisa era como una flor en plena floración, y nadie sabía qué pensamientos ocultaba...