Venganza Reencarnada de la Rica Heredera romance Capítulo 310

Ella hizo el gesto de OK.

Rafaela acompañó a Fernández de regreso a su habitación, y luego volvió a su propia habitación. Temía que Alonso ya estuviera descansando a esa hora, así que en lugar de llamarlo, le envió un mensaje.

Al revisar su lista de mensajes, vio que en la tercera posición estaba el último mensaje que le había enviado a Liberto, hace trece días. Ver ese número y el nombre asociado le resultaba molesto, así que decidió borrar su único número de teléfono.

Lo eliminó todo por completo.

En su vida pasada, debido a que la familia Jara dependía demasiado de Liberto, su hogar terminó destruido, y ella murió con resentimiento y vergüenza. Esta vez, sin importar si el Grupo Jara enfrentaba la quiebra o cualquier otra consecuencia sin Liberto, ella se mantendría firme y no se rebajaría a suplicarle.

Algunas lecciones solo se necesitan aprender una vez...

Villa Sueño del Cielo.

Una criada tocó suavemente a Penélope, que dormía en el sofá, y ella despertó rápidamente. "Sr. Liberto..." Pero al abrir los ojos y ver que no era él, mostró una evidente decepción.

La criada la consoló diciendo: "Srta. Penélope, mejor no lo espere más. Tal vez el señor solo está de viaje por trabajo. Debería regresar a su habitación y descansar."

Penélope solo tenía una manta delgada sobre ella. "Yo... no lo estaba esperando, solo me quedé dormida accidentalmente en el sofá." Al decir esto, temía que la criada notara lo que realmente sentía, así que evitó su mirada.

Sin embargo, la criada entendía lo que pasaba. Con una sonrisa, dijo: "Srta. Penélope, ¡ya está empezando a preocuparse por el señor!" Lo dijo con convicción.

Cristina: Encontré la ubicación @Penélope. La localización muestra que ha estado en Pueblo Dorado todo este tiempo, pero no sé exactamente dónde, solo un área aproximada.

Penélope, ¿realmente vas a buscarlo? ¿No será que estás exagerando? Tal vez solo fue a visitar a su familia. ¿Por qué no le llamas y le preguntas?

Al saber su ubicación exacta, la oscuridad en el ánimo de Penélope se disipó de inmediato, revelando una luz brillante y cegadora.

Con el teléfono en la mano, una sonrisa sincera se dibujó en su rostro mientras enviaba un mensaje tembloroso: Gracias al maestro, cuando regrese, lo invitaré a cenar personalmente.

Penélope también supo por casualidad que su teléfono estaba vinculado al de Sr. Liberto, o más bien, que su teléfono tenía instalados algunos programas de rastreo.