Venganza Reencarnada de la Rica Heredera romance Capítulo 646

—¿Qué estás haciendo?

De pronto, sintió en su cuello una marca, un pequeño rastro rosado, justo debajo de la oreja, en un lugar lo suficientemente visible para que cualquiera lo notara. —Tú...

—¿Estás loca o qué? —Rafaela, enfurecida, se giró de golpe y levantó la mano para abofetear a Liberto. Pero el hombre la detuvo fácilmente, sujetando su delicada muñeca. Tiró suavemente de ella y sus cuerpos quedaron pegados, sintiendo la suavidad de Rafaela contra él. Con la mirada baja, Liberto murmuró: —Señora Padilla, cuando termine el juego, vuelva temprano.

—Te llevo.

—No hace falta —respondió Rafaela de inmediato.

Liberto ignoró su negativa. —Voy a cambiarme de ropa.

Rafaela frunció el ceño y regresó a su habitación. Trató de cubrir la marca en su cuello con base de maquillaje, pero fue en vano. Solo después de aplicar varias capas y ver que casi no se notaba, se dio por satisfecha y guardó el maquillaje.

En ese momento, se escuchó un golpe en la puerta.

—Adelante.

La empleada entró con un celular en la mano. —Señora, dejó su teléfono en la sala. Sonó varias veces, parece que alguien la llamó.

—Ya lo sé, déjalo ahí.

Rafaela pensó que seguramente era Maritza llamándola.

Apenas terminó de aplicar la base, el teléfono volvió a sonar a su lado. Sin mirar la pantalla, contestó directamente: —¿Hermano, ya revisaste el contrato de Encanto Puro?

—Por cierto, hay otros detalles que creo que habría que agregar. ¿Cuándo tienes tiempo? Puedo pasar por el Grupo Jara para hablarlo contigo.

Al escuchar esa voz tan familiar, Rafaela se quedó un momento en silencio. ¿Desde cuándo Ximena llamaba a Liberto "hermano"?

Rafaela se recostó hacia atrás, observando su reflejo en el espejo. Su belleza era casi irreal, el cabello rizado caía sobre sus orejas, un brazo cruzado sobre el pecho y el otro sosteniendo el teléfono. Sus ojos fríos y hermosos transmitían algo difícil de descifrar. —¿Hermano? ¿Ahora Liberto también te mantiene?