Venganza Reencarnada de la Rica Heredera romance Capítulo 684

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Se sintió muy satisfecho de que, en esta vida, Rafaela hubiera encontrado a alguien capaz de hacer tanto por ella.

Cualquier enojo que Fernández hubiera sentido antes, ahora se había disipado por completo gracias a este gesto de Liberto.

Rafaela quería salir del hospital, pero su padre la obligó a quedarse una semana más. Se sentía como un conejillo de indias, siendo estudiada por todos. Cada día, al despertar, o le hacían pruebas o la vigilaban para que tomara sus medicamentos a tiempo.

Cuando Alonso llegó al hospital, Rafaela, vestida con la bata de paciente, estaba sentada en un banco de piedra, observando en silencio el lago artificial que brillaba bajo el sol. En la zona de hospitalización de aquel lujoso hospital privado había un gran césped para la recuperación, lleno de pacientes que, aburridos de sus habitaciones, bajaban a pasear y tomar el sol.

Alonso, en medio de su agenda repleta, se había tomado un día libre para visitarla. Maritza se escondía no muy lejos; cuando la mirada de Rafaela se cruzó con la suya, Maritza la fulminó con la mirada y se ocultó de nuevo. Era evidente que seguía enfadada porque le había ocultado su matrimonio y no la había perdonado.

—¿Y ahora qué te trajo al hospital? —preguntó Alonso, directo como siempre. Al verla dudar, cambió de tema—. No importa, si no quieres hablar de ello, no tienes que hacerlo.

A veces, Rafaela también quería desahogarse con alguien, pero era difícil encontrar a una persona que estuviera en su misma sintonía. La única que tenía era Maritza… y contarle sus problemas solo arruinaría su buen humor para comer y beber. Llenarla de esa energía negativa solo la entristecería.

Maritza no había pasado por mucho, era como una niña. Probablemente no entendería estas cosas.

Así que Rafaela le contó todo lo que había sucedido en su vida anterior, pero como si hubiera sido un sueño.

Incluso Alonso, al escucharla, sintió como si Rafaela lo hubiera vivido en carne propia. La emoción en sus ojos reflejaba tristeza y dolor por ella.