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Venganza Reencarnada de la Rica Heredera romance Capítulo 716

Por eso le resultaba familiar, aunque no pudiera ponerles nombre a todos.

La mayoría, sin embargo, sí la reconocía a ella.

Si de conocer a alguien se trataba, ella reconocía a Fabio Soto.

—Vaya, ¿ya llegaste?

—¿Juegas una mano?

Un mesero se acercó y Rafaela tomó una copa. Al probarla, se dio cuenta de que era una bebida sin alcohol. El mesero, notando su extrañeza, le explicó:

—Señorita Rafaela, hoy aquí solo se sirven bebidas sin alcohol. No hay licores ni tabaco…

Rafaela enarcó una ceja, pero no dijo nada.

Un suave sabor a arándano se extendió por su boca. Se sentó a un lado.

—¿Y tú te dignaste a salir del Club Imperial Los Andes?

—¿Por qué no he visto a Maritza? ¿Dónde está?

—Marcelo Cárdenas abrió un estudio y le faltaba dinero —explicó Fabio—. Ayer, Maritza se movió con los directores de un par de empresas, les facilitó las cosas y Marcelo consiguió varias inversiones. Cuando Alonso se enteró, la castigó.

—Esa tonta no tiene ni la mitad de cerebro que mi cuñado.

Ahora, frente a Rafaela, Fabio ya no fingía. Incluso si no lo hubiera dicho, ella ya lo habría adivinado.

—Hoy hay un buen espectáculo, ¿quieres saber de qué se trata? —Fabio se acercó. Justo en ese momento, una mujer con un sensual vestido de noche se les unió.

—Señor Fabio, ¿por qué no viene a jugar con nosotros?

Fabio la miró con fastidio y, sin ninguna consideración, le espetó:

—¡Lárgate!

Capítulo 716 1

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