Viviendo con Mi Jefa Esposa romance Capítulo 1123

Demi había perdido toda la confianza en sus fuerzas armadas.

Después de todo, acababan de perder contra alguien del nivel Santuario.

Por supuesto, ella había estado en la industria el tiempo suficiente para mantener la compostura en una situación así.

Cuando se le pasó el estupor inicial, dijo: "Parece que has optado por perdonarme la vida, señor Penn. ¿Quieres algo de mí?".

"Sí, por supuesto", respondió Wilbur con calma.

"Dile a tu padre que puedo acabar con las otras tres fuerzas principales por él, de modo que reinarás por encima de todo el norte de Manand, pero con la condición de que formes una alianza con el gobierno de Manand y aceptes operar bajo su control. Además, liberarás hasta el último ciudadano de Dasha como compensación. Te ayudaré después de eso".

Demi se quedó en silencio, reflexionando sobre la elección.

Wilbur dijo entonces: "Recuerda, esto no es una discusión. Es una orden. Si te niegas, voy a acabar con las cuatro fuerzas principales de aquí. Ahora, abandona este edificio con tus hombres. Tienes un día".

Demi asintió. "Le transmitiré el mensaje a mi padre textualmente".

Wilbur no dijo nada más y Demi salió cojeando del despacho, agarrándose la herida del hombro.

Muy pronto, todo el personal de la Corporación Leeker se retiró de la sede siguiendo las instrucciones de Demi.

En ese momento, Sophie se quedó mirando a Wilbur sin comprender. Era como si ahora fuera otra persona.

Wilbur no pudo evitar sacudir la cabeza.

Todo el plan del departamento se había ido al traste por culpa de esta chica, lo que no le daba a Wilbur otra opción que actuar antes de tiempo.

Ahora nada era seguro.

Wilbur no temía por su vida. Su último recurso se limitaría a luchar para escapar.

Sin embargo, estaba actuando en nombre del Departamento de Investigación y Defensa Paranormal, en nombre de Dasha.

Un descuido llevaría a un conflicto internacional. El Oeste podría aprovecharse de la situación y lanzar una campaña de desprestigio contra Dasha.

Wilbur no podía evitar preocuparse por ello.

Justo entonces, Sophie murmuró: "¿He metido la pata, señor Penn?".

Wilbur la miró. "Bueno, desde tu punto de vista no hiciste nada malo".

El tono de Wilbur seguía siendo tranquilo. "Ten cuidado después de esto".

...

En la oficina del gobernador, Griffin Madres, gobernador de la Ciudad Mewa y comandante en jefe del Ejército Fronterizo de Kolan, miró el brazo que le faltaba a su hija con una expresión cenicienta.

Unos cuantos médicos rodeaban a Demi, que permanecía quieta como una roca. "Eso es lo que ha pasado, papá".

Griffin miró a su hija. "¿Ese hombre cree que puede acabar con las otras tres fuerzas principales por sí solo? ¿Qué le dio el valor de pensar que eso sería posible, aunque esté al nivel Santuario?".

"Bueno, ¿qué debemos hacer entonces?".

Griffin dijo fríamente: "Reúne a las tropas y rodea el cuartel general Leeker. Me gustaría conocer a ese hombre tan audaz yo mismo".

Justo entonces, un anciano con arrugas habló desde donde estaba de pie junto a Griffin. "Permítame acompañarlo, gobernador Madres. Hace tiempo que no conozco a alguien del nivel Santuario tan joven".

"¿Tiene ganas de una pelea, maestro Lowen?", dijo Griffin.

El anciano, el maestro Lowen, sonrió levemente. "Así es. Las cosas han estado tan tranquilas por aquí durante la última década que yo mismo estoy empezando a sentirme un poco inútil".