Viviendo con Mi Jefa Esposa romance Capítulo 1160

Maddox estaba realmente e innegablemente muerto.

Sus seguidores se quedaron sin palabras, de pie, aturdidos y sin poder aceptar la realidad que tenían ante ellos.

Una sonrisa brillante y genuina apareció en el rostro de Sophie.

Demi, Bayer, Nora y Grant también estaban aturdidos.

Intercambiaron miradas, abrumados por la emoción mientras se balanceaban débilmente sobre sus pies.

Cada uno de los movimientos de Wilbur era aterrador. Sus poderes parecían no tener límite y nunca se sabía cuánto tenía escondido bajo la manga.

Era un ser realmente aterrador.

Shepard dejó escapar un suspiro. Guardó la Espada Larga Natural y miró a Wilbur con admiración.

Lucio salió de su estupor, agitando sus extremidades en una enloquecida danza de victoria.

Maddox había muerto y estaban fuera de peligro.

El presidente podía seguir adelante y deshacerse del resto de los hombres de Maddox ahora.

Sin Maddox, el resto de la gente no era rival para el presidente.

Justo entonces, Wilbur miró con calma la histórica alabarda.

Solo había aprendido una de las habilidades del Combate Inmortal Terciario, la Lágrima de Trueno de los Cielos.

Lo que hacía que este movimiento fuera tan fatal no era la bola de relámpagos, que solo estaba ahí para hacer que el enemigo se pusiera en posición defensiva. Lo que creaba era una oleada de energía espiritual desenfrenada, que formaría un huracán de aspas de viento que más tarde destruiría por completo al enemigo.

Por supuesto, había que reconocer que el veterano tenía sus propios conocimientos especiales de combate y de cómo canalizar su energía.

El poder de la Lágrima de Trueno de los Cielos era definitivamente aterrador también.

Maddox había dado una buena pelea para que este fuera el movimiento que lo matara.

Justo entonces, los seguidores de Maddox finalmente volvieron en sí.

Su maestro estaba muerto y este joven ante ellos lo había matado.

Los seguidores temblaban sin control y miraban aterrorizados a Wilbur.

"Eso va a costar más", dijo Wilbur.

"No importa. Dígame el precio. Estoy seguro de que el presidente estará encantado de aceptarlo siempre que sea aceptable", dijo Lucio con firmeza.

Wilbur soltó una risita y sacó la Oscura Dispersión.

Isaac y los demás seguidores se pusieron blancos como el papel en cuanto se dieron cuenta. "¡A nuestra gente no le gustará que nos hagas algo, Lucio!".

Esta gente había reunido bastante poder y la amenaza no era completamente vacía.

Sin embargo, era obvio que con Lucio tampoco se podía jugar. Esas palabras apenas le asustaron.

De todos modos, una vez muertos esos bastardos, no había mucho que su gente pudiera hacer al respecto.

La Oscura Dispersión se elevó en el aire, saliendo disparada hacia delante.

Una serie de gritos agónicos resonaron en el aire.

Todos los alumnos de Maddox cayeron al suelo uno tras otro.