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El repentino ruido sorprendió a todos. Solo Wilbur se quedó tranquilo.
'¿Qué está pasando?'. Todos tenían esa pregunta en la cabeza.
Decenas de oficiales de las fuerzas especiales descendieron de los helicópteros e irrumpieron en el establecimiento.
Un general los siguió rápidamente. Llevaba un uniforme militar adornado con estrellas sobre los hombros.
Todos se quedan atónitos ante la repentina llegada de las fuerzas especiales. No estaban seguros de la situación. ¿Por qué habían aparecido los militares de la nada?
Las fuerzas especiales rodearon rápidamente a todos y tomaron el control de la situación. El general entró lentamente.
Su imponente presencia silenció a todos.
El general miró a su alrededor y dijo: "Esta es la operación de la Unidad de Fuerzas Especiales de la provincia de Kardon. Nadie puede moverse. Ahora empezaremos a verificar sus identidades".
Kenji se sintió incómodo. Se armó de valor y preguntó: "¿Son ustedes militares? ¿Qué les da derecho a invadir una propiedad privada?".
El general se burló y contestó: "Hemos recibido una carta oficial de las autoridades de la provincia de Kardon, en la que se nos ordena colaborar en una misión especial. Los que osen resistirse serán ejecutados en el acto".
El tono escalofriante de aquella declaración les produjo escalofríos.
El capitán parecía aliviado.
Elsa miró fijamente a Wilbur. No creía que fuera posible. ¿Había pedido Wilbur ayuda a los militares? Pero recibieron una orden de la autoridad provincial. ¿Su influencia llegaba tan lejos?
El general preguntó: "¿Puedo preguntar quién es Elsa Janae?".
Ella respondió lentamente: "Esa soy yo".
El general asintió y dijo: "Bien. Por orden de la primera autoridad de la provincia de Kardon, la Unidad de Fuerzas Especiales está ahora bajo su mando. Ken Jones".
"Sí, señor". El capitán de las fuerzas especiales dio un paso al frente y saludó.
"Ahora seguirán sus órdenes hasta que la misión esté completa, y luego regresarán a la base". Declaró el general.
"Sí, señor. Prometo completar la misión".
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