Viviendo con Mi Jefa Esposa romance Capítulo 1211

Una ola de energía increíblemente fuerte descendió de las nubes grises, envolviendo toda la Isla del Milenio.

Esa ola de energía comenzó a jalar los cuerpos de todos, haciendo que todos sintieran como si sus cuerpos estuvieran a punto de desgarrarse en cualquier momento. Sentían que sus almas estaban a punto de abandonar sus cuerpos.

Todos empezaron a sentir pánico y miedo, gritando salvajemente.

Los cultivadores empezaron a activar su energía espiritual en su pánico, intentando luchar contra el poder que tiraba de sus cuerpos y almas.

Sin embargo, la gente corriente empezó a sangrar por sus orificios en poco tiempo y luego se desplomaron en el suelo de dolor mientras gritaban de agonía.

Eileen y Braum estaban junto a Wilbur. Sus energías espirituales se agitaban y parecía que podrían aguantar algún tiempo.

Sin embargo, los cultivadores de nivel Ambiente, incluido Seymour, estaban sufriendo enormemente.

Esa ola de energía se hacía más fuerte con el tiempo. Era solo cuestión de tiempo antes de que sus almas y fuerza vital fueran succionadas.

En ese momento, Ferris soltó una carcajada maníaca, miró a Wilbur y gritó: "Mocoso, espera a que descienda el Rey del Fin. Este mundo tendrá un nuevo orden establecido gracias a mí. Yo representaré al Rey del Fin y gobernaré el mundo".

"Así que ese es tu verdadero objetivo, ¿verdad?", dijo Wilbur con frialdad.

Ferris se echó a reír: "¿Y qué? Este mundo ha perdido toda su fe. Necesita ser purificado".

"Qué tontería más grande. Mi mundo no necesita que nadie se entrometa en él, aunque sea un dios", gritó Wilbur.

El cuerpo de Ferris se encendió en intensas llamas espirituales grises. Las llamas tenían innumerables inscripciones completas y, de repente, tenía un aspecto increíblemente tiránico.

"Mocoso, no importa de qué mundo se trate, el poder es lo correcto. El Rey del Fin está a punto de descender, ¿y qué puedes hacer tú al respecto?". Ferris se reía.

Al mismo tiempo, a más de cien metros por encima de Ferris, empezaba a formarse una gran puerta hecha de energía espiritual.

La puerta estaba cubierta de inscripciones y ardía brillantemente con llamas espirituales.

Su constitución y su espíritu eran lo suficientemente poderosos como para enfrentarse a ella, así que por el momento era incapaz de afectarle.

Sin embargo, con la energía espiritual y la fuerza vital de todos siendo absorbidas, esa energía era cada vez más fuerte.

Si se prolongaba mucho más, él también se encontraría en desventaja.

Wilbur no estaba seguro de poder escapar si la Puerta del Fin se formaba por completo y el Rey del Fin descendía de verdad.

Cualquier cosa que pudiera llamarse dios, incluso la más insignificante, no era algo a lo que Wilbur pudiera enfrentarse en aquel momento.

La Puerta del Fin ya se estaba formando y empezaba a emanar un aura horripilante.

Además, la energía del vórtice ya estaba haciendo que muchos perdieran la vida, convirtiéndose en cadáveres desecados.

Su carne, su fuerza vital y sus almas ya habían sido succionadas, convirtiéndose en energía para la Puerta del Fin.