Viviendo con Mi Jefa Esposa romance Capítulo 1222

"Jefe, ¿cuándo vas a volver?". La voz de Faron resonó en el teléfono.

Wilbur dijo: "Todavía tengo algunas cosas de las que ocuparme aquí y necesitaré un poco de tiempo. ¿De qué se trata?".

"El Seecher del Norte le ordenó a mi padre que fuera a informar sobre su trabajo y participar en sus estudios. Solo quería decírtelo porque me sentía muy feliz", se oyó la voz eufórica de Faron al otro lado.

Wilbur sonrió ligeramente.

Si le habían pedido que se presentara y participara en un estudio, significaba que estaba a punto de conseguir un ascenso.

Con el nivel de Orin, un ascenso significaría algo a nivel nacional. Significaba que Orin estaba a punto de entrar en una posición de verdadero poder.

Eran noticias maravillosas. No era de extrañar que Faron quisiera llamarlo.

Porque sabía que era en gran parte gracias a Wilbur que Orin había conseguido llegar a esa nueva etapa.

"Felicita a tu padre de mi parte. Una vez que vuelva, me tomaré unas copas con él", dijo Wilbur con una sonrisa.

Faron se apresuró a decir: "Claro. Estaré esperando a que vuelvas, jefe".

Wilbur colgó y sonrió un poco.

Sin duda era una muy buena noticia.

Al cabo de un rato, más de diez ejecutivos llegaron a la sala de reuniones.

Todos ellos tenían miles de millones a su nombre y eran peces gordos en el mundo de los negocios. Eran prácticamente reyes dondequiera que fueran.

Sin embargo, en aquel momento, parecían niños que hubieran hecho algo malo delante de Wilbur. Todos bajaron la cabeza, sin atreverse siquiera a respirar demasiado fuerte.

Todavía estaban muy débiles. Los habían convocado antes de que pudieran siquiera irse.

Sin embargo, nadie se atrevió a quejarse en ese momento.

Eso se debía a que la persona que los había convocado era la persona que había matado a Ferris y detenido el descenso del Rey del Fin, y además su salvador.

Incluso corría el rumor de que era descendiente de los dos fundadores del Club Kiwanis.

Todos hicieron una reverencia y se marcharon. Solo Wilbur, Eileen y Braum quedaron en la sala de reuniones.

Wilbur los miró a los dos y dijo despacio: "El funcionamiento del Club Kiwanis seguirá siendo dirigido por ustedes dos".

Ambos asintieron.

"Díganles a todos los socios que me ayuden a reunir objetos antiguos. Si veo algo que me llame la atención, se lo compraré por un precio adecuado", dijo Wilbur.

Braum dijo: "Señor, el Club Kiwanis gana miles de millones cada año solo con las cuotas de membresía. Es más que suficiente para comprarle esas cosas, pero ¿para qué las quiere?".

Wilbur se levantó y se acercó a la ventana, mirando hacia la Ciudad Mágica mientras decía despacio: "Tengo que darme prisa y mejorar. Solo entonces tendré fuerzas suficientes para ir a echar un vistazo a ese mundo. Quiero averiguar qué les pasó a mis padres... y si siguen por ahí".

Braum no pudo evitar un jadeo ante eso.

No sabía de qué clase de mundo hablaba Wilbur, pero con las habilidades que tenía en ese momento, el hecho de que aún no pudiera ir, o no se atreviera a hacerlo, era suficiente para ver lo peligroso que era ese mundo.

Justo entonces, Eileen frunció el ceño y dijo: "Señor, tienes que tener cuidado".