Resumo do capítulo Capítulo 1221 de Viviendo con Mi Jefa Esposa
Neste capítulo de destaque do romance Urbano Viviendo con Mi Jefa Esposa, Internet apresenta novos desafios, emoções intensas e avanços na história que prendem o leitor do início ao fim.
Los guardias miraron a Eileen y Braum.
Los dos dijeron al mismo tiempo: "Abran la puerta".
Solo entonces los guardias abrieron la puerta. Aquella puerta de seguridad, comparable a la de un banco internacional, se abrió lentamente.
Wilbur entró.
Eileen dijo: "Yo cerraré la puerta. Solo tú sabrás todo lo que hay dentro".
Wilbur asintió dándole la espalda antes de entrar.
Eileen les ordenó a los guardias que cerraran la puerta y salieran de la habitación. Mientras tanto, Eileen y Braum vigilaban la habitación personalmente.
"Parece que las sospechas de Ferris son ciertas", dijo Braum lentamente.
Eileen sonrió y dijo: "Así es. En realidad, ya me había dado cuenta mucho antes. Es probable que él sea el verdadero maestro del Club Kiwanis".
"Yo no fui tan valiente como tú. Tienes mis respetos", dijo Braum.
Eileen replicó: "El hecho de que estuvieras en el Club Kiwanis y no te dejaras engañar por el dinero y por Ferris significa que ya eres muy impresionante".
"Todavía me falta en comparación contigo", dijo Braum.
Los dos se quedaron en silencio un momento.
Después, Eileen dijo: "¿Qué piensas hacer después de esto?".
Braum guardó silencio durante un largo rato antes de decir lentamente: "Si él quiere hacerse cargo del Club Kiwanis, entonces me someteré a él. Poder prometer mi lealtad a alguien tan poderoso como él y continuar con el legado del Club Kiwanis sería un honor para mí".
"¿Y si no quiere hacerse cargo del club?", preguntó Eileen.
Braum dijo: "Entonces, probablemente sea hora de que deje el club. Apenas hoy me di cuenta de que todavía tengo un largo camino que recorrer en el camino del cultivo".
Eileen sonrió ligeramente, sin decir nada.
En ese momento, Wilbur estaba hojeando un diario amarillento en la habitación.
El diario era muy antiguo, pero estaba muy bien cuidado.
Al leerlas, Wilbur se desplomó en el suelo sin fuerzas mientras las lágrimas corrían por sus mejillas.
Finalmente, tras un largo rato, Wilbur se puso en pie, colocando con cuidado el diario en el demiplano antes de levantarse y llamar a la puerta.
La puerta se abrió y Wilbur salió de la habitación.
Eileen y Braum lo miraron ansiosamente.
Wilbur dijo fríamente: "Me haré cargo del Club Kiwanis. Convoquen a todos los ejecutivos a una reunión".
Eileen y Braum esbozaron sonrisas de felicidad.
"Señor, por favor, diríjase a la sala de reuniones. Me pondré en contacto con todos para iniciarla inmediatamente", dijo Braum.
Wilbur asintió y los tres llegaron a la sala de reuniones en la planta superior.
Wilbur se sentó inmediatamente en el asiento del presidente. Eileen y Braum empezaron inmediatamente a ponerse en contacto con todos los ejecutivos para que acudieran a la reunión lo antes posible.
En ese momento, sonó el teléfono de Wilbur. Tras echar un vistazo, contestó: "¿Qué ocurre?".
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