Viviendo con Mi Jefa Esposa romance Capítulo 1266

En ese momento, a Bailey no le quedó otra cosa que lamentarse. Nada de esto le habría ocurrido a Wilbur de no haber sido por ella.

Sin embargo, ella no sabía luchar y no podía ayudar en lo más mínimo a la situación.

Las lágrimas corrieron por el rostro de Bailey al ver a Wilbur a punto de recibir una paliza.

Al segundo siguiente, sin embargo, una serie de golpes resonaron en el aire.

Sopa y sus hombres fueron derribados al suelo, gritando de agonía.

Bailey se quedó atónita, apenas podía creer lo que veían sus ojos ante los rostros hinchados y magullados que tenía delante.

¿Wilbur había hecho eso? ¿Cómo había podido derribar a toda esa gente por su cuenta? Bailey ni siquiera lo había visto hacer algo.

Justo cuando Bailey se quedó helada de asombro, Wilbur miró a Jack con una sonrisa. "¿Tienes algún otro jefe al que te gustaría traer aquí también?".

Por supuesto, Jack hacía tiempo que estaba muerto de miedo.

Era importante señalar que Sopa practicaba una de las formas de combate más mortíferas que había aprendido del círculo clandestino y sus hombres no eran menos despiadados en sus formas.

Sin embargo, todos ellos habían caído en lo que parecía un abrir y cerrar de ojos, sin más. Jack supo entonces que estaba en problemas.

En medio de su terror, Jack balbuceó: "¡Lo siento mucho, señor! Por favor, perdóneme, me largaré de aquí y no acosaré más a Bailey".

Wilbur apartó a Jack de una patada al oír sus palabras. "Te dejaré ir por el hecho de que eres Dashan. Pero te prometo que no seré tan amable la próxima vez que te vea".

"Sí, sí...". Jack estaba ceniciento de miedo, corriendo hacia la puerta en cuanto lo dejaron ir, incluso sin importarle que su líder siguiera en la habitación.

Justo entonces, Sopa finalmente se puso de pie. Se agarró la cara, mirando con desprecio a Wilbur. "Tuviste el descaro de ponerle las manos encima a alguien de la Pandilla del Tigre Poderoso. Te vas a arrepentir".

"¿La Pandilla del Tigre Poderoso?". Wilbur rio entre dientes.

Wilbur frunció el ceño. "¿Puedes hablarme de tu relación con Jack?".

Bailey bajó la cabeza al oír esas palabras.

Wilbur dijo de inmediato: "¡No tienes que hacerlo si no quieres! Solo tengo curiosidad".

"No, está bien", dijo Bailey. "Crecimos en el mismo vecindario en casa y pensé que Jack era un tipo bastante agradable durante un tiempo. Pero luego descubrí que tenía conexiones con pandillas clandestinas y sospeché que se drogaba y terminé enseguida con él".

Wilbur frunció el ceño. Parecía que Bailey no había hecho nada malo allí.

"Pero Jack siguió acosándome, diciendo que nunca habría podido llegar a donde estoy hoy sin su ayuda y pidiéndome que le pagara cien mil dólares". Bailey se mordió el labio. "No tuve más remedio que aceptar y desde entonces trabajo cada día libre que tengo para devolvérselo".

Wilbur suspiró.

Bailey continuó: "Le pagué cincuenta mil al cabo de medio año, pero no hizo más que empeorar. Empezó a acosarme y a pedirme dinero, sin importarle si estaba ganando o no. Ha perdido la cabeza, lo juro".