Viviendo con Mi Jefa Esposa romance Capítulo 1267

Al escuchar a Bailey, Wilbur supo de inmediato que Jack era un gran adicto.

La gente así estaría dispuesta a hacer cualquier cosa para seguir financiando su adicción.

Después de un rato, Wilbur dijo: "Parece que no debí haber dejado ir a Jack hace un momento".

"Bueno, ¿qué podías haber hecho?". Bailey sacudió la cabeza. "Realmente creo que debería volver con Dasha, señor Penn. No es seguro que siga aquí".

Wilbur sonrió. "No puedo irme todavía, ni siquiera he terminado lo que vine a hacer aquí. ¿Qué te parece esto? Puedes seguirme durante los próximos días. Te pagaré diez mil dólares por cada día hasta que termine aquí. ¿Qué piensas?".

Wilbur se dio cuenta de que Bailey aún no comprendía el peligro que corría.

Bailey estaba conmocionada, con una expresión vacilante.

Las cosas en casa no estaban yendo muy bien, y que le pagaran diez mil dólares diarios era un salario que jamás se habría imaginado recibir.

Era prácticamente imposible resistirse a la oferta, pero pensar en la situación de Wilbur con la Pandilla del Tigre Poderoso la hizo dudar.

En ese momento, Wilbur sonrió. "No te preocupes. Soy muy bueno luchando, la Pandilla del Tigre Poderoso no podrá hacerme nada".

"¿Está seguro?", soltó Bailey.

Wilbur asintió. "Confía en mí".

Bailey guardó silencio durante unos segundos. Al final, cedió a la oferta con un débil movimiento de cabeza.

Wilbur sonrió. "Elige la habitación que quieras de aquí, te alojarás en ella los próximos días. Me llevarás a cenar y de compras por la noche".

El enorme salario bajó la guardia de Bailey, que asintió en silencio.

Necesitaba el dinero para pagarle a Jack y que este la dejara en paz, así como para vivir una vida decente que le permitiera centrarse en sus estudios.

Cade se terminó el último filete y cogió la servilleta que un sirviente le tendió a su lado.

Se limpió la boca, con la cicatriz de la cara crispada por el gesto y dándole un aspecto aún más asesino.

Tirando la servilleta, Cade finalmente dirigió su atención a los dos hombres que tenía delante. "¿Qué ocurre?".

"Hemos encontrado a un tipo muy forrado, jefe. El único problema es que es un luchador muy bueno", dijo Sopa.

Cade sonrió satisfecho. "Cuéntame más".

"Creo que está aquí solo. Se aloja en una suite presidencial del Hotel Bando", dijo Sopa.

Cade se iluminó al oír esas palabras. "¿Qué más?".