Viviendo con Mi Jefa Esposa romance Capítulo 1284

Zared era como un monstruo anormalmente aterrador.

Sin embargo, Daryl y Sans sabían que se debía a su Dominio, el Toro Divino.

El Toro Divino era una deidad en la leyenda Shia.

Zared tenía un Dominio que proyectaba el poder del Toro Divino.

Le permitía tener una fuerza y defensa aterradoras.

Era más que una simple transformación.

Daryl y Sans vieron lo aterrador que era Zared, así que gritaron al mismo tiempo: "¡Muere, Trevor Penn!".

Bailey estaba lejos y temía por Wilbur.

Wilbur sonrió satisfecho y levantó lentamente el puño derecho.

Una bola de relámpagos empezó a aparecer en su puño y un trueno retumbaba.

Zared gritó y se lanzó hacia Wilbur. Su enorme cuerpo hizo temblar el suelo mientras su hacha de batalla golpeaba a Wilbur como un rayo.

El hacha de batalla parecía cargar con el peso de una montaña.

Wilbur se burló fríamente en ese momento. El relámpago de su puño se hizo más fuerte cuando golpeó el hacha de batalla que se aproximaba.

Una explosión se escuchó.

La terrible hacha de batalla se hizo pedazos al instante y su energía espiritual se disipó.

Wilbur no se detuvo ahí y le asestó otro puñetazo a Zared después de destruir el hacha.

Se oyó otra estruendosa explosión.

Zared gritó trágicamente. Su cuerpo salió despedido por los aires y luego se estrelló contra el suelo. Después de eso, dejó de respirar.

El viento seguía aullando en el patio a causa de la energía espiritual que se disipaba.

Daryl y Sans palidecieron y temblaron al contemplar el cadáver de Zared.

Wilbur golpeó hasta la muerte a un cultivador de nivel Santuario con un Dominio desplegado. Se preguntaban cómo Wilbur era tan aterrador.

Bailey estaba de pie en la sala mientras miraba cariñosamente a Wilbur con ojos de admiración.

"No te asusté, ¿verdad?", preguntó Wilbur.

Bailey sacudió la cabeza y contestó: "No. Me siento absolutamente segura contigo aquí, así que no me asusta nada".

Wilbur sonrió y dijo: "Bien".

...

Zared Khan murió con un solo golpe.

El mundo de cultivo de Shia quedó instantáneamente alborotado.

La gente no podía creerlo en absoluto. Los cultivadores estaban muy dudosos y furiosos, así que se dirigieron a toda prisa hacia Ciudad Gamuda.

Loja estaba sentado en la sala de estar del Templo del Buda Durmiente. Miró a Daryl y Sans, que estaban arrodillados frente a él.

"¿Saben por qué están aquí?", preguntó Loja con indiferencia mientras se apoyaba en la silla y jugueteaba con las cuentas que llevaba en la mano.