Viviendo con Mi Jefa Esposa romance Capítulo 1333

Dos hombres de mediana edad miraron el agua bendita blanca de la piscina sagrada y se mostraron severos.

El anciano temblaba y tenía los ojos borrosos. Era tan viejo que podría fallecer en cualquier momento.

Al cabo de un momento, el agua bendita hirvió en la piscina sagrada.

Un poder invisible comenzó a ondular en la iglesia.

Aquellos hombres de mediana edad parecían muy nerviosos, solo el anciano parecía que estaba a punto de dormirse.

Un bebé varón flotó gradualmente hacia la superficie del agua bendita mientras hervía y el bebé empezó a llorar.

El bebé creció rápidamente mientras lloraba y dejó de crecer hasta que cumplió tres años.

Estaba flotando en el agua bendita y abrió los ojos lentamente.

El hombre de mediana edad dijo de repente: "Bienvenido, Michael".

La cara del bebé era parecida a la de Michael.

Miró a los tres hombres y salió gateando de la piscina sagrada. Se arrodilló ante el anciano y le dijo: "Su Santidad, gracias por reencarnarme".

El anciano era el famoso Papa de la Iglesia de los Santos Illuminati, Augheimer.

Los dos hombres de mediana edad también formaban parte de los tres jueces importantes del tribunal, Moisés y Banks.

Augheimer miró a Michael con sus ojos borrosos y suspiró. Preguntó: "¿Por qué tuviste que hacerlo?".

"Su Santidad, la Iglesia del Señor del Dragón de Fuego en Freeca es nuestro mayor enemigo. Hay que exterminarlos", dijo Michael.

Augheimer dijo lentamente: "Pero tú no los exterminaste".

"Su Santidad, por favor, deme algo de tiempo. Exterminaré la Iglesia del Señor del Dragón de Fuego una vez que me recupere". La gloria del Señor de los Santos Illuminati no será mancillada", dijo Michael.

El Papa suspiró y se dirigió hacia las partes más profundas de la iglesia. Dijo: "La gloria del Señor de los Santos Illuminati no será mancillada, pero somos fuerzas que están a punto de luchar contra el caos, así que es innecesario".

El Papa abrió una pequeña y corta puerta de madera, y entró en una pequeña habitación antes de cerrar la puerta.

Ese era el lugar donde el Papa descansaba. Nadie entraba en la habitación, ni se atrevía a hacerlo.

Michael se paró a mirar a Moisés y a Banks cuando la puerta se cerró.

Moisés se tocó las patillas y dijo: "Señor Michael, no parece que hayas salido victorioso esta vez".

Catherine se acercó y dijo con respeto: "Su Santidad, el presidente desea verlo".

"Que pase", dijo Wilbur.

Catherine asintió y se fue. Al poco, Tyrone entró solo e hizo una reverencia.

"Su Santidad, gracias por la ayuda de estos días. He venido a mostrarle mi gratitud".

Wilbur se levantó y sonrió. Dijo: "Parece que yo también debo irme".

Los asuntos se habían aclarado allí.

Tyrone volvió a estar al mando y la Iglesia del Señor del Dragón de Fuego se convirtió en la religión nacional de Terya. Todo se estaba desarrollando rápidamente en una buena dirección.

"Su Santidad, tengo otra petición. Espero que pueda aceptarla", dijo Tyrone.

Wilbur asintió y dijo: "No dude en decírmelo".

Tyrone sonrió e hizo señas a alguien de afuera.