Viviendo con Mi Jefa Esposa romance Capítulo 1338

Wilbur sonrió satisfecho y contestó: "No soy el presidente, pero aún puedo hacerte renunciar".

"Señor". La celebridad, Bárbara, miró a Wilbur con desprecio.

"No sé quién eres, pero no deberías presumir. El señor Brady es el Ministro de Finanzas de Gango. Nadie puede obligarlo a dimitir, salvo el presidente, ¿de acuerdo?".

Wilbur miró a Bárbara y dijo fríamente: "Si él no se retracta y se disculpa, haré que Rogan lo despida y lo envíe a la cárcel".

"¡No puedo creer que te hayas referido al presidente por su nombre! Eres tan atrevido y grosero". Bárbara se tapó la boca, asombrada.

El ministro de finanzas, Brady, se rio y dijo: "¿Quieres dejar que el presidente me despida y me envíe a la cárcel?".

Brady no podía parar de reír, como si hubiera oído el chiste más gracioso. Llamó la atención de la gente del restaurante.

"Qué ridículo. Vámonos, mi querido Brady. No quiero seguir hablando con basura así", dijo Bárbara mirando a Brady.

Brady se burló fríamente y le dijo a su asistente: "Voy a disfrutar de la película con la señorita Bárbara. Espero verlo en la cárcel cuando termine la película. ¿Puedes hacerlo?".

"No hay problema, señor", respondió el asistente sonriendo.

Brady rio entre dientes y quiso marcharse con Bárbara.

Wilbur le preguntó fríamente: "¿Acaso te permití irte?".

"¿Eh?".

Brady pareció furioso al instante. Se volvió para mirar a Wilbur con frialdad. Los guardaespaldas trataron inmediatamente de atacarlo.

Hannah gritó con fuerza en ese momento: "Brady, ¿no te preocupa la controversia haciendo esto?".

Brady evaluó a Hannah. Después de un momento, se dio una palmada en la nuca. Se rio y dijo: "Me acuerdo de ti. Eres la directora ejecutiva del Comercio Internacional Everest, ¿verdad?".

"Así es", dijo Hannah enfadada.

Brady perdió la paciencia en ese momento. Dijo furioso: "¡Ustedes dos irán a la cárcel y estarán presos de por vida! ¡Imbéciles Dashan! Estamos en Gango".

"¡Cabrón!".

Wilbur también estaba furioso. Dio un paso adelante y sobrepasó a los guardaespaldas antes de que pudieran reaccionar. Abofeteó a Brady con fuerza en la cara diez veces.

Las fuertes bofetadas hicieron que Brady se girara en su sitio. Estaba aturdido por las bofetadas.

Se cubrió la cara hinchada de confusión e incredulidad.

Bárbara se tapó la boca de asombro. No se lo podía creer.

Los comensales del restaurante también se quedaron de piedra al ver eso.

No podían creer que alguien se atreviera a golpear al ministro de finanzas.