Resumo de Capítulo 1339 – Capítulo essencial de Viviendo con Mi Jefa Esposa por Internet
O capítulo Capítulo 1339 é um dos momentos mais intensos da obra Viviendo con Mi Jefa Esposa, escrita por Internet. Com elementos marcantes do gênero Urbano, esta parte da história revela conflitos profundos, revelações impactantes e mudanças decisivas nos personagens. Uma leitura imperdível para quem acompanha a trama.
Los guardaespaldas también estaban atónitos. No esperaban que alguien se atreviera a golpear a Brady, así que estaban confusos sobre lo que estaba pasando.
Solo el asistente reaccionó con rapidez. Inmediatamente gritó: "¿Qué hacen ahí parados? ¡Mátenlo!".
Los guardaespaldas se sobresaltaron. Miraron fijamente a Wilbur y se abalanzaron sobre él.
Wilbur los apartó con dos fuertes patadas; se estrellaron contra el suelo y gimieron de dolor.
En ese momento, Brady recuperó la compostura. Gritó furioso: "¿Dónde está la policía? ¿Por qué no han llegado todavía?".
El asistente estaba al borde del pánico. De repente, llegaron más de diez policías. El jefe tenía unos treinta años y lucía patillas.
El asistente se fijó en ellos e inmediatamente gritó: "¡Basura inútil! ¿Por qué llegaron tarde?".
"Lo sentimos, señor. Vinimos enseguida después de recibir su llamada. No nos atrevimos a demorarnos", se apresuró a explicar el jefe.
Brady gruñó: "¡Arréstenlo y enciérrenlo! Yo mismo lo interrogaré".
El policía miró a Wilbur y le gritó: "Levanta las manos. Estás arrestado".
"Arrestado mi trasero", dijo Wilbur fríamente.
El policía se quedó estupefacto y sacó su pistola con rabia.
Sus subordinados también apuntaron a Wilbur.
Brady gritó: "¡Si se atreve a resistirse, dispárenle en el acto!".
"¡Sí, señor!", gritó el policía de las patillas.
Todos los comensales del restaurante sacudieron la cabeza.
Sentían que Hannah y Wilbur estaban condenados porque este se había atrevido a pegar a Brady. Todos pensaron que era demasiado imprudente.
Se preguntaban quién demonios era. No podían creer que el presidente se inclinara ante él.
Brady parecía más que sorprendido. Se quedó parado como si hubiera visto un fantasma.
El asistente estaba tan sorprendido que se quedó boquiabierto. Estaba confuso y no sabía qué hacer.
Bárbara se tapó la boca con las manos. Miró a Wilbur con ojos muy abiertos y sorprendidos.
El restaurante se quedó en silencio en cuestión de segundos.
Wilbur preguntó despacio: "¿Cómo sabía que estaba aquí?".
"Usted aplazó nuestra reunión. Creo que hay un malentendido entre nosotros, así que he venido a explicarme. Por favor, no se ofenda", dijo Rogan humildemente.
Los comensales volvieron a sorprenderse.
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