Viviendo con Mi Jefa Esposa romance Capítulo 1341

En ese momento, Bárbara movió lentamente los pies, desplazándose silenciosamente hacia un lado mientras intentaba mantener la distancia con Brady.

Sin embargo, Osborn dijo fríamente: "Señorita Bárbara, supongo que usted está en las mismas".

Bárbara se puso rígida, quedándose allí de pie mientras estaba al borde de las lágrimas. Se sentía como si no fuera más que una espectadora inocente que había sido arrastrada a todo esto.

Sin embargo, ¿escucharían el presidente y Osborn su explicación?

Bárbara estaba destrozada y absolutamente arrepentida.

No debería haber aceptado cenar con aquel tipo. Fue una elección totalmente desafortunada.

Después de dar las órdenes, Rogan miró a Wilbur y le dijo: "Wilbur, ¿cree que esta es una forma adecuada de manejarlo?".

Wilbur miró a Brady y a los demás, que se estremecieron y casi cayeron al suelo.

Wilbur se burló y dijo: "No investigaré más por el bien de su dignidad, pero al final hay que castigar a esa gente, especialmente a Brady. Las palabras que usó fueron básicamente un insulto a todo nuestro país".

"Definitivamente investigaré y manejaré este asunto estrictamente. Brady recibirá un severo castigo. Puede estar seguro", dijo Rogan respetuosamente.

Wilbur dijo: "De acuerdo entonces".

"Wilbur, espero que no haya malentendidos entre nosotros. Si no, me costará dormir por las noches", dijo Rogan con el ceño fruncido.

Wilbur sonrió ligeramente. "Se lo está pensando demasiado. Simplemente, no pude rechazar una invitación de la señorita Hannah, que acabó retrasando nuestro encuentro. No hay malentendidos".

"Qué bien entonces. No interrumpiré su cita". Por fin apareció una sonrisa en el rostro de Rogan.

En ese momento, Wilbur miró a Hannah y le dijo: "Te llevaré a casa".

Hannah asintió obedientemente y enganchó su brazo alrededor del de Wilbur.

Rogan se quedó pensativo mientras los miraba.

Wilbur frunció el ceño y terminó también su bebida.

Después de dejar el vaso, Hannah se quejó: "¿De verdad no sientes nada por mí?".

Wilbur tosió para disimular su nerviosismo mientras decía: "No es eso. Es solo que...".

Antes de que pudiera terminar de hablar, los labios rojos de Hannah estaban sobre los suyos. Ella murmuró: "Entonces, está bien. No tienes que dar más explicaciones".

Su lengua se movía como una serpiente y su pecho bien dotado empujaba contra la piel de Wilbur.

¿Había algún hombre capaz de resistirse?

Wilbur se aferró al instante a su amplio pecho y empujó a Hannah debajo de él.

Hannah, con su hermoso rostro y sus ojos brillantes, apretó los labios mientras bajaba las manos.