Viviendo con Mi Jefa Esposa romance Capítulo 1359

Al segundo siguiente, los enfurecidos creyentes empezaron a acercarse a Wilbur en un intento de atacarlo.

Estaban seguros de que Wilbur estaba detrás del aterrador estado actual de sus ancianos.

Sandy y Lilian tomaron el mando como líderes del pueblo y miraron con desprecio a Wilbur mientras gritaban motivaciones a la gente.

La mirada de Wilbur se volvió fría al ver a la gente agolparse. "Míralos bien, ¿quieres? ¡Kolton y tus mayores ni siquiera son de nuestra especie! ¡Está claro que son de otra especie!".

Kolton y los otros ancianos se habían fundido en una masa grumosa de carne, que emitía un hedor repugnante y putrefacto.

Esto, unido a los insectos que acababan de invocar, bastaba para hacer sospechar a Wilbur que ni siquiera eran de este mundo.

Sin embargo, Sandy y Lilian claramente se negaron siquiera a escuchar.

"¡Monstruo! ¡Intentas culpar a nuestros ancianos y a Pumido de lo que les has hecho! ¡Esto es imperdonable!", rugió Lilian.

Sandy también se enfureció. "Eres un monstruo que merece pudrirse en el infierno".

Los creyentes estaban más seguros y valientes ahora bajo las motivaciones de Sandy y Lilian, rugiéndole a Wilbur con rabia.

Wilbur dejó escapar un suspiro. Estas idiotas deberían revisarse el cerebro.

Además, la nueva forma de los ancianos era aún más preocupante.

Estaba claro que los tres intentaban hacer algo. Un aura espeluznante se había extendido en el aire en forma de ondas de energía invencibles.

Los creyentes se agolparon entonces y Wilbur no tuvo más remedio que lanzar un hechizo de parálisis masiva que paralizó a la gente por el momento.

Las personas que se encontraban en un radio de doscientos metros alrededor de Wilbur se congelaron al instante, incapaces de moverse, mientras lo miraban asombradas.

Sandy y Lilian estaban aún más horrorizadas.

En ese momento, la voz de Kolton volvió a sonar desde la barrera.

"¡Todos ustedes se convertirán en creyentes de la Gran Voluntad y trazarán el camino de su futuro! Es nuestro deber y nuestro honor cumplir con ello".

Mientras Kolton seguía murmurando, la barrera desapareció de golpe.

El pilar de luz se desvaneció también y la mancha de carne empezó a retorcerse furiosamente.

Wilbur empuñó la histórica alabarda mientras se iluminaba con rugientes llamas espirituales.

De repente, la mancha comenzó a elevarse en el aire, flotando hacia el cielo.

Wilbur observó en silencio cómo se elevaba casi cien metros en el aire. Lanzó un grito, saltó y blandió la histórica alabarda contra la mancha.

"¡No puedes hacer eso, monstruo!". Sandy lanzó un aullido desgarrador, como si Wilbur fuera un monstruo empeñado en destruir el universo.