Viviendo con Mi Jefa Esposa romance Capítulo 1366

La Iglesia de los Santos Illuminati reunió sus fuerzas junto a la frontera de Ganbi y Terya. Sus intenciones eran claras como el día.

Al oír estas noticias, Karl y sus compañeros se quedaron totalmente sorprendidos. Diez caballeros sagrados, cada uno de ellos cultivador de nivel Santuario, portadores de artes divinas y equipo bendecido, constituían una fuerza imponente.

Incluso los guerreros sagrados, que no eran más que de nivel pre-Santuario, constituían una presencia formidable por sí mismos.

Diez caballeros sagrados y mil guerreros sagrados constituían una fuerza capaz de derrocar a cualquier nación de esta tierra. El poder marcial de los Santos Illuminati era innegablemente aterrador. A la gravedad de la situación se sumaban los tres jueces del tribunal, Super Santuarios por derecho propio. Tal poder, cuando se presentaba ante cualquier nación, era imposible de ignorar.

Observando las expresiones solemnes de los que le rodeaban, Wilbur habló despacio: "¿Cómo ha conseguido una información tan precisa?".

"Su Santidad, los tres titanes del tribunal han emitido una declaración pública, jurando erradicar la Iglesia del Señor del Dragón de Fuego y revelando sus despliegues estratégicos", explicó Tyrone.

Wilbur soltó una risita y dijo: "Crear un espectáculo para salvar el prestigio perdido. Bien jugado. Sin embargo, debo admitir que la fuerza de los Santos Illuminati es realmente formidable, sobre todo teniendo en cuenta su capacidad para resucitar a Michael".

"Sí, es un símbolo absoluto de terror", frunció el ceño Tyrone.

Resucitar a una persona era una hazaña que, aparte de los Santos Illuminati, ninguna nación u organización había logrado en años, y mucho menos un individuo.

En ese momento, Karl frunció el ceño. "Su Santidad, esta puede muy bien ser nuestra lucha por la supervivencia. Debemos proceder con cautela".

Frente a una fuerza de esta magnitud, incluso Wilbur, fuerte como era, no podía evitar sentirse inquieto. El poder personal tenía sus limitaciones. La energía espiritual podía agotarse y la fuerza física agotarse.

Contra un ejército de mil luchadores de nivel pre-Santuario, diez de nivel Santuario y tres de nivel Super Santuario, la fuerza individual era simplemente inadecuada.

"Su Santidad, ¿cómo planea hacer frente a esta guerra?", preguntó Karl con el ceño fruncido.

Incluso Tyrone parecía preocupado mientras respondía: "Su Santidad, los Santos Illuminati lanzan guerras religiosas bajo el pretexto de la guerra sagrada. No hay mucho que pueda hacer".

Como iniciador de la guerra religiosa, Tyrone no podía hacer mucho para ayudar. Si se atrevían a movilizar sus ejércitos para ayudar a la Iglesia del Señor del Dragón de Fuego, el conflicto probablemente se convertiría en una guerra caótica entre naciones. Los Santos Illuminati tenían miles de millones de seguidores en esta tierra y controlaban sutilmente varios países.

Por ejemplo, en el Reino de Ganbi, toda la población veneraba a los Santos Illuminati y el Arzobispo de los Santos Illuminati tenía un estatus incluso superior al del rey.

Si Tyrone utilizaba el ejército contra los Santos Illuminati, sin duda incitaría a la Iglesia a atacar Terya, lo que provocaría una guerra a gran escala entre naciones. Esa era una consecuencia que Tyrone no podía permitirse.

Wilbur, comprendiendo la situación, tranquilizó: "Señor presidente, puede estar tranquilo. Nuestra Iglesia del Señor del Dragón de Fuego resolverá independientemente el conflicto del campo de batalla y no arrastrará a Terya al pantano de la guerra".