Viviendo con Mi Jefa Esposa romance Capítulo 1365

Eso era lo mejor que podía hacer.

Era alrededor de la tarde cuando Wilbur regresó a Banes, entrando en la catedral con Lilian.

Se sentaron en la sala de reuniones con el arzobispo Karl, el capitán de la milicia eclesiástica Cameron y la santa patrona Catherine.

Todos los demás echaban miradas furtivas a Lilian de vez en cuando.

Wilbur contó primero a todos lo sucedido en Millerton, pero omitió muchos puntos clave de información.

Ahora mismo, sería mejor que menos gente supiera lo del reino caótico, ya que eso solo incitaría al pánico.

Karl se sorprendió después de escuchar a Wilbur.

Este culto de Pumido había sido lo suficientemente poderoso como para corromper a toda una ciudad, lo cual era realmente aterrador.

A continuación, Wilbur presentó a Lilian al equipo y les pidió a Karl y a los demás que le dieran un puesto.

Tras una breve discusión, se acordó que Lilian se convertiría en la sacerdote de la catedral y comenzaría a aprender y practicar hechicería.

Wilbur se sorprendió. "¿Hechicería?".

"Sí", sonrió Karl. "Puede que aún no lo sepa, Su Santidad, pero la Santa Patrona ahora puede utilizar una amplia gama de hechizos de brujería. Todo gracias a la fe de nuestros creyentes".

Wilbur se quedó estupefacto.

Él, como Papa de la iglesia, apenas conocía la hechicería. ¿Cuándo se había vuelto tan poderosa Catherine?

Por otro lado, sin embargo, no era tan difícil de creer.

Como Santa Patrona, Catherine era capaz de utilizar su encanto natural para fortalecer la fe inquebrantable de sus creyentes.

De hecho, el poder de la fe de Catherine probablemente rivalizaba con el de Wilbur.

Si se hubiera centrado en afinar esto, ya tendría una buena cantidad de hechizos bajo la manga.

Al pensarlo, Wilbur se volvió hacia Catherine. "Felicidades".

Lilian fue la única cuya mirada se agudizó con celos.

Wilbur invitó a Tyrone y a María a sentarse.

Tyrone dijo: "María es mi asistente ahora. Está aprendiendo sobre gestión política".

"Eso está bien", sonrió Wilbur.

María mantenía la cabeza inclinada, pero miraba furtivamente a Wilbur de vez en cuando.

Tyrone miró a su alrededor. "He venido a decirle que la gente de la Iglesia de los Santos Illuminati se está reuniendo en masa en las fronteras de Ganbi. Creo que intentan atacarnos".

Karl y los demás levantaron la vista a la vez. La Iglesia de los Santos Illuminati nunca había sido una fuerza a subestimar, aunque una vez hubieran perdido contra Wilbur.

Wilbur enarcó una ceja y sonrió con frialdad. "Han tardado bastante. La verdad es que estaba empezando a impacientarme".

"Su Santidad, la Iglesia de los Santos Illuminati ha dicho reunir diez guerreros santos, mil caballeros de la milicia eclesiástica y un ejército dirigido por los tres grandes jueces del tribunal. Están declarando la guerra contra la Iglesia del Señor del Dragón de Fuego".