Viviendo con Mi Jefa Esposa romance Capítulo 1401

Apenas había gente en el bar. Después de todo, apenas eran las ocho de la noche.

Wilbur se sirvió un vaso de mezcal y se sentó en la barra a sorberlo.

La persona que servía a Wilbur era una atractiva mujer que irradiaba un aire sensual.

Wilbur dio un sorbo a su vaso y dejó un billete grande sobre la mesa con una sonrisa. "¿Puedo ver a tu jefe?".

La mujer se encendió al verlo, metiéndose el billete en su enorme pecho antes de inclinarse exageradamente hacia delante mientras miraba a Wilbur con una sonrisa seductora. "¿Y por qué buscas al jefe?".

"Necesito ayuda para buscar a alguien, pero no conozco a nadie aquí y pensé que podría tener más suerte pidiéndole ayuda a él", sonrió Wilbur.

La mujer arqueó una ceja. "Dame un segundo para llamarlo. Quizá pueda verlo si dice que sí".

"No hay problema, muchas gracias", respondió Wilbur con una sonrisa.

La mujer asintió y se dio la vuelta para hacer la llamada.

Un rato después, regresó junto a Wilbur. "Ven conmigo".

Wilbur se puso en pie y siguió a la mujer a través del bar hasta llegar a un amplio despacho.

Un hombre gordo, pero de aspecto fuerte, estaba sentado en el despacho, dando caladas a un puro.

Ante él bailaban dos mujeres que no llevaban nada puesto. Detrás de él había otros dos tipos musculosos que miraban a Wilbur de arriba abajo con frialdad.

"Este es el señor Ben Mandero, nuestro jefe. Buena suerte". La mujer presentó al hombre a Wilbur y se dio la vuelta para marcharse.

Wilbur miró a Ben, que parecía estar disfrutando del baile. Wilbur se encogió de hombros y se sentó en el sofá cercano.

Ben hizo un gesto con la mano cuando las chicas terminaron por fin de bailar y las miró con el ceño fruncido. "Necesitan más práctica".

Wilbur sonrió. "Oh, el dinero no es un problema. Solo me preguntaba cuánto tardarías en encontrar a esa persona. No tengo mucho tiempo, si te soy sincero".

"Tres días", dijo Ben de inmediato, lleno de confianza sin saber siquiera quién era la persona.

Wilbur asintió. "Trato hecho entonces. Puedo enviarte el dinero ahora".

Ben hizo una pausa, con cara de sorpresa. Al segundo siguiente, sin embargo, se echó hacia atrás en su silla mientras esta crujía ruidosamente bajo su peso.

"¿No te preocupa que pueda no hacer lo que quieres después de coger tu dinero, señor Wilbur Penn?". Ben le sonrió con suficiencia a Wilbur.

Wilbur también permaneció tranquilo. "Dudo que sigas vivo mucho tiempo si eso ocurre. Puedes perfectamente intentarlo".

La expresión de Ben se ensombreció de inmediato. Los dos tipos fornidos que tenía detrás también gruñeron furiosos, se abalanzaron sobre Wilbur y blandieron los puños antes de bajárselos a la cara.