Viviendo con Mi Jefa Esposa romance Capítulo 1402

El ataque aumentó de presión a medida que el nivel del agua se hundía a su alrededor. Wilbur sintió que apenas podía levantar la espada que sostenía.

Dejó escapar un suspiro mientras el Horno Espiritual de su cuerpo empezaba a girar. Una cantidad abrumadora de energía espiritual surgió mientras se iluminaba con rugientes llamas espirituales, liberándose de la presión que lo sujetaba.

Wilbur bloqueó el ataque del hombre hábilmente con su espada, antes de hacer un giro brusco para blandir la espada contra el cuello del hombre.

El ángulo de la espada era prácticamente imposible y surgió de la nada.

Junto con la poderosa energía espiritual de Wilbur, era aterradoramente poderoso.

La expresión del hombre cambió y retrocedió unos cuantos metros de golpe.

Wilbur aprovechó esta oportunidad para explicar: "Señor, realmente no tenía ninguna intención de espiarlo cultivando. ¿Podemos acabar con esto, por favor?".

Sin embargo, el hombre soltó una carcajada salvaje. "Hace mucho tiempo que no conozco a alguien de mi nivel. No importa lo que intentabas hacer, tengamos una buena batalla".

Una vez más, cargó contra él y la enorme guadaña que empuñaba dejaba un rastro de sombras a su paso mientras la blandía hacia Wilbur.

Wilbur no tuvo más remedio que responder al ataque.

Ambos hombres se enzarzaron en una feroz batalla sobre el agua, con sus armas chocando ferozmente.

Sin duda, el hombre era poderoso. Su dominio, el Peso de los Mil Corazones, multiplicaba por diez la presión en el pequeño espacio en el que ambos luchaban.

La mayoría de la gente habría implosionado bajo tal presión.

La guadaña del hombre también hacía que la presión sobre Wilbur aumentara cada vez que golpeaba su arma.

Si esto seguía así, cualquier oponente que se enfrentara al hombre implosionaría por la presión o sería ralentizado enormemente y muerto al ser cogido desprevenido.

Prácticamente, no había esperanza de que nadie ganara en estas condiciones.

Wilbur no tuvo más remedio que responder a los ataques. Aquel tipo era un verdadero dolor de muelas, tan poderoso y a la vez tan hambriento de pelea.

Sin embargo, al mismo tiempo, los instintos de batalla de Wilbur también empezaron a aumentar.

Cualquier cultivador querría una buena batalla contra un oponente que fuera lo suficientemente fuerte.

Las batallas eran una parte importante del cultivo, ya que podían entrenar la voluntad de uno y mejorar sus habilidades de combate para hacerse más poderoso.

Por fin, los instintos de combate de Wilbur alcanzaron su punto álgido.

Soltó un gruñido y una cantidad imposible de energía espiritual surgió de su Horno Espiritual.

A medida que la energía espiritual de Wilbur aumentaba, también lo hacía la presión que sentía el hombre.

Sin embargo, esto solo hizo que el hombre se volviera aún más salvaje y comenzara a lanzar un ataque salvaje e implacable.