Viviendo con Mi Jefa Esposa romance Capítulo 1425

Travis fue inmediatamente a hacer los preparativos, mientras Hans sorbía tranquilamente su café.

Con el paso del tiempo, el gobernador Wynna fue el primero en llegar y tomó asiento junto a Hans. Al poco rato llegó también Morris y los tres se sentaron frente a frente mientras Travis servía un café de primera calidad.

Hans invitó a todos a tomar un trago antes de decir: "Morris, una vez me mencionaste que estuviera atento por si aparecía un hombre de Dasha llamado Wilbur".

"Efectivamente", respondió Morris, sentándose erguido y asintiendo lentamente.

Hans sonrió y continuó: "Bueno, han llegado noticias. Me visitará mañana y déjame decirte que es una potencia de nivel Santuario".

Hans enfatizó la palabra "visita", dando a entender algo más que un encuentro casual. Cuando Morris oyó las palabras "potencia de nivel Santuario", su rostro, por lo demás indiferente, mostró un leve cambio.

"Wynna", continuó Hans, "este Wilbur viene a ver a Lou. Conoces la situación actual de Lou. Por nuestros intereses mutuos, sugiero que unamos nuestras fuerzas y nos ocupemos de esta molestia que es Wilbur lo antes posible".

"Conde Hans, usted también es una potencia de nivel Santuario. ¿Realmente necesita nuestra ayuda?", preguntó Wynna.

Hans sonrió: "Nunca está de más estar totalmente preparado cuando se trata de un experto de nivel Santuario, ¿no te parece?".

"Lo quiero vivo. Un Santuario vivo es mucho más valioso que uno muerto", dijo Morris con frialdad, mostrando por fin un atisbo de emoción en el rostro.

Hans y Wynna intercambiaron una mirada, ambos frunciendo el ceño.

"¿Por qué vivo?", preguntó Hans.

"Es información clasificada de nuestra oficina", replicó Morris con frialdad.

Hans asintió. "Me parece bien, siempre y cuando te asegures de que no vuelva a aparecer".

"No se preocupe, tenemos un montón de investigaciones esperando a esos agentes de alto nivel para experimentar con ellos. Son los materiales más preciados; ¿cómo podrían volver al reino de los mortales?". Morris soltó una risita sombría.

"¿Y usted, gobernador?". Hans se volvió hacia Wynna.

Wynna dijo lentamente: "Ya que han venido buscando problemas, naturalmente, debemos ocuparnos de ellos".

Ambos estaban estupefactos. Su hijo seguía detenido, ¿quién sabía el sufrimiento que estaba soportando? Como padres, apenas podían soportar ni un solo día.

Sin embargo, no se atrevieron a entrar por la fuerza y solo pudieron inquietarse ante la puerta.

En ese momento, un taxi se detuvo ante la puerta de la mansión. Wilbur bajó del coche.

En cuanto bajó, Wilbur miró a Lindon y a los demás. Al no ver a Elise, no se interesó por ellos y se dirigió directamente a la mansión.

Esta escena dejó perplejos a Lindon y Carlson.

Al cabo de un momento, Carlson gritó: "Chico, ¿qué haces? ¿Por qué vienes tan deprisa?".

"¿Qué estoy haciendo? ¿Tengo que explicártelo?", replicó Wilbur con impaciencia.

Carlson resopló. "El conde Hans no está recibiendo visitas hoy. Será mejor que te vayas. No deberías estar aquí".