Viviendo con Mi Jefa Esposa romance Capítulo 1497

Justo en ese momento, las fuerzas locales de Morburn llegaron apresuradamente bajo las órdenes de Brandon y tomaron el control de la escena.

En ese momento, Wilbur se dio la vuelta y dijo: "Charlie, quédate aquí y ayuda al presidente con los asuntos de seguimiento. Yo me voy por ahora".

Dejar a Charlie al mando aquí significaba que no habría forma de que nadie hiciera ningún último intento de lucha. Era para evitar cualquier movimiento de desesperación de la familia Faste.

Después de todo, todavía tenían algunos cultivadores de nivel Ambiente entre ellos.

"Sí, señor", respondió Charlie respetuosamente.

Después de eso, Wilbur miró a Brandon con una sonrisa y dijo: "Entonces, me despido ahora".

Después de eso, no esperó a que Brandon respondiera mientras saludaba a Elise. Elise se acercó con una sonrisa y rodeó a Wilbur con sus brazos.

Wilbur miró a Jayla, que estaba pálida, antes de marcharse mientras sacudía la cabeza.

Poco después, Wilbur y Elise estaban de vuelta en el Castillo Azul. Los dos subieron a lo alto de la atalaya del castillo para contemplar el mar.

El mar seguía ardiendo y aún se producían intensas explosiones causadas por la detonación de la munición. Los buques de guerra tardarían algún tiempo en hundirse por completo.

Wilbur miraba al mar, ensimismado.

Sin embargo, Elise contemplaba la escena en el mar con reverencia en su corazón.

Después de todo lo ocurrido, por fin se dio cuenta de que había gente como Wilbur en el mundo.

Un hombre capaz de destruir buques de guerra sin ayuda de nadie y de hacer que el presidente de un país se inclinara ante él.

¿Qué le daba una fuerza tan inmensa? Ella aún no lo sabía.

Sin embargo, por fin se dio cuenta de que el mundo no era como ella pensaba.

Su esbelta figura, su piel blanca como la nieve, sus amplios pechos y sus muslos blancos quedaron totalmente al descubierto.

El sujetador y las bragas de encaje blanco aumentaban su encanto.

Wilbur sintió una oleada de excitación en su conciencia.

Sin embargo, Elise no se detuvo ahí. Se echó la mano a la espalda y se desabrochó el sujetador, provocando un rebote.

A continuación, se quitó la última prenda, dejándose al descubierto ante Wilbur.

La brisa marina sopló y la bella se ofreció. Las cejas de Wilbur empezaron a fruncirse con fuerza.

"Wilbur, no intento someterme a ti. Nunca he hecho esto antes y no sé por qué lo hago ahora, pero solo quiero entregarme a ti. ¿Me aceptas?". Elise abrió los brazos y abrazó a Wilbur con fuerza, apretando la cara contra el pecho de él mientras escuchaba los fuertes y poderosos latidos de su corazón.