Viviendo con Mi Jefa Esposa romance Capítulo 1562

"¡Cuida tu tono!", dijo Mikael de inmediato.

Wilbur había sido traído aquí por Pembroke y seguramente eso tenía que significar que era poderoso hasta cierto punto.

Esha estaba fuera de sí por hablarle así como una simple técnica forense.

Sin embargo, se negó a ceder. "¿Qué? ¿Me he equivocado? ¿Se supone que debemos dejar entrar a cualquiera en la escena de un crimen y hacer declaraciones tan ilusas sobre el caso? ¿Para qué necesitarías a los forenses entonces?".

"¡Cómo te atreves!". Mikael estaba furioso, pero no podía decir mucho más.

Wilbur le hizo un gesto con la cabeza a Pembroke, que dijo enseguida: "Esha, el señor Penn es miembro del Departamento de Investigación y Defensa Paranormal. Tiene derecho a hablar de esto".

"¿El Departamento de Investigación y Defensa Paranormal? Nunca he oído hablar de ellos. Capitán Wells, lo están estafando. No se verá nada bien si esto sale a la luz", dijo Esha con desdén.

Pembroke finalmente perdió los estribos. "Puede que seas una especialista forense, Esha, pero hay muchas cosas que no entiendes porque no tienes la suficiente habilidad para ello. ¿Entendido?".

Wilbur sacó entonces su carné y se lo entregó a Esha.

Esha echó un vistazo a la tarjeta. Decía que Wilbur Penn era efectivamente diácono de la quinta división del Departamento de Investigación y Defensa Paranormal del Noreste, y también incluía una breve descripción del poder que poseía.

Esha lo leyó todo, antes de devolver la tarjeta a Wilbur.

Pembroke la miró con desprecio. "¿Lo entiendes ahora?".

"Sí, lo entiendo. No sabía que existiera un departamento así y que además fuera tan poderoso", respondió Esha. "Pero, ¿alguien podría explicarme por qué hay tantas divisiones y qué significa ser un diácono? Además, ¿me pueden decir si la Ciudad Hemount está bajo el control de esta quinta división?".

A pesar de que el Departamento de Investigación y Defensa Paranormal era un departamento poderoso, tenía que haber límites al poder que ostentaban, al menos geográficamente.

Pembroke volvió a sonrojarse. ¿Qué le pasaba a esta chica?

Se acercó a Pembroke con una sonrisa. "Llévame de vuelta".

"Lo siento mucho, diácono Penn. Permítame enviarlo de vuelta para que descanse un poco, yo volveré para ocuparme de esta chica", dijo Pembroke mientras llamaba al coche.

Wilbur sonrió, subió al coche y abandonó el lugar.

La expresión de Pembroke se ensombreció tras su marcha, entrando también en el coche.

No se marchó debido a su deber, limitándose a dar instrucciones a los agentes de las fuerzas especiales para que ayudaran a mantener el orden.

Mikael sacudió la cabeza con impotencia, incapaz de hacer nada por Esha tampoco.

Justo entonces, sin embargo, un aterrador aullido sonó desde la distancia.