Viviendo con Mi Jefa Esposa romance Capítulo 1812

Dos poderosas olas de poder de la luz chocaron. El escudo de luz explotó, y una poderosa ola de energía arrojó a ambos hombres volando más de diez metros hacia atrás.

El pecho del Santo se agitó mientras miraba los guantes que llevaba Wilbur. "¡Bastardo, ya habrías muerto solo si no hubieras tenido el arma sagrada!".

Wilbur bajó la mirada hacia los guantes. "Gracias por el recordatorio. Pero no te daré estos guantes. Puedes renunciar a eso".

Wilbur lo había dicho para provocar al Santo a propósito. A pesar de que el puñetazo que acababa de dar había consumido la mayor parte del poder de la luz que Wilbur tenía, no era suficiente como para resistir el ataque del Santo.

Ahora que el poder de la luz en su cuerpo había llegado a su límite, Wilbur tenía que eliminarlo lo antes posible o su interior se desestabilizaría.

Por eso Wilbur había provocado al Santo. Quería que el Santo se enfadara y, efectivamente, estaba furioso. "¡Te voy a matar aunque sea lo último que haga, Wilbur Penn!".

Un segundo después, el Santo se convirtió en una luz blanca y atacó a Wilbur una vez más. Esta vez, el Santo no atacó directamente, sino que clavó su cetro firmemente en el suelo a unos metros de Wilbur antes de gritar. "¡Dominio de Luz!".

Al segundo siguiente, una luz blanca se esparció alrededor del cetro antes de alzarse hacia el cielo y formar un gigantesco dominio de luz.

La luz era prácticamente cegadora, y el Santo fue lanzado varios metros hacia atrás por el ataque.

El Santo se rió a carcajadas. "Bienvenido al Dominio de la Luz. Ahora, ¡prepárate para ser sentenciado por los cielos!".

Mientras las palabras resonaban en el aire, tres ángeles aparecieron en el aire. Los ángeles tenían cada uno seis, diez y doce alas, y atacaban a Wilbur por distintas direcciones.

"¡Reino de Tierra Gruesa!". Wilbur gritó mientras seis muros aparecían a su alrededor y lo rodeaban por completo.

El Santo sonrió con satisfacción ante los muros cuadrados. "¡Las Habilidades de Defensa de tipo Tierra no son rivales para el poder de la luz!".

En un abrir y cerrar de ojos, una docena de ángeles se elevaron hacia los muros blandiendo sus largas espadas, atravesando las paredes.

"¡Jajaja!".

El Santo lanzó una fuerte carcajada. Sin embargo, solo tres segundos después, un ángel de seis alas se convirtió en luz blanca mientras la docena de ángeles alrededor del Reino de Tierra Gruesa sufrían el mismo destino. El Reino de Tierra Gruesa cayó al suelo en innumerables pedazos mientras una bola de luz blanca aparecía frente al Santo.