Viviendo con Mi Jefa Esposa romance Capítulo 1854

Tina no había visto a Kyra en toda la mañana, y tampoco volvió para almorzar.

Wilbur vio lo preocupada que estaba Tiina y la consoló. "No te preocupes, Kyra no es una niña. Probablemente solo salió a trabajar. Volverá cuando haya terminado".

"Está bien", dijo Tina, con los ojos llorosos. "Tal vez lo estoy pensando demasiado. Realmente es como una hermana para mí".

Tina volvió a llamar a Kyra por la tarde. Kyra contestó esta vez, con voz débil. "¿Hola, Tina? Estoy fuera por trabajo. ¿Pasa algo?".

"¿Se encuentra bien, señorita Kyra? No suenas muy bien, ¿estás enferma?". Dijo Tina.

"Oh, estoy bien. Simplemente estoy muy cansada de trabajar toda la mañana. Estaré bien con un poco de descanso. Volveré para la cena, ¿vale? Voy a terminar la llamada si no hay nada más ahora".

"Está bien".

Tina asintió, colgando el teléfono.

En el balcón de un edificio alto del este de Aidemento, Kyra colgó el teléfono. Retrocedió hasta el borde del balcón, se arrodilló en el suelo y empezó a sollozar para sí misma.

Kyra había pensado que podría cambiar su vida uniéndose a la Facción de la Hoja Escarlata, e incluso que le permitirían ayudar en la vida de los demás. Sin embargo, ahora Damon se había aprovechado de ella, y Kyra sentía que el mundo entero le había mentido.

Si Tina no hubiera llamado, Kyra hubiera saltado del balcón. Se secó las lágrimas, sin entender cómo podía ser posible. ¿Acaso la facción de la Hoja Verde no le temía nada a la facción de la Hoja Escarlata?

Si era así, ¿para qué se había unido a la facción de la Hoja Escarlata? Kyra sollozaba en voz alta hasta que recibió una llamada de Paul.

"Señor Paul, yo...".

Paul encendió un cigarro, dando una calada antes de presionar la colilla en el costado de la mejilla de Damon y haciéndolo gritar de dolor.

Paul cogió entonces el cenicero de la mesa y lo golpeó contra la nuca de Damon.

La sangre salió a chorros, y Damon finalmente bajó la cabeza con una expresión aliviada en su rostro. "Lo siento, señorita Kyra. No debí hacerle daño".

Kyra se secó las lágrimas y se marchó. Paul pateó a Damon en el suelo, diciendo. "Tuviste suerte esta vez. Kyra trabaja para mí y es mi representante aquí. Te mataré sin duda si le vuelves a hacer algo así".

"Lo siento".

Paul se fue con Kyra, que se echó a llorar en el coche. "Gracias, señor Paul".