Viviendo con Mi Jefa Esposa romance Capítulo 1862

Ralph podía saber lo que Paul estaba pensando. "Paul, deberías saber lo aterrador que es el virus. El chico puede ser inocente, pero si no lo matamos él va a matar a otros y morirá más gente inocente".

"No podemos descuidarnos con el virus".

Paul asintió, frunciendo las cejas de repente. "¿Es posible que podamos convivir con el virus? Mientras no mate a otros, nosotros no lo mataremos a él. ¿Podemos hacerlo?".

Ralph se quedó mirando a Paul durante un rato, antes de negar con la cabeza. "El virus no es igual que nosotros. Puede que sea un artefacto de otra época o un extraterrestre de otro planeta. En cualquier caso, no es lo mismo que nosotros. ¿Entiendes?".

"Pero...".

"Escúchame, Paul. El virus actúa en una cultura completamente diferente a la nuestra. No compartimos ninguno de sus valores y pensamientos. Si lo mantenemos cerca, puede que nos vea como los ladrones ven la caja fuerte de un banco. Eso es terrible para toda la raza humana".

"De acuerdo. Ya sé qué hacer".

Paul estaba a punto de irse cuando pensó en Damon y se giró para mirar a Ralph. "Señor Ralph, ese Damon es un sinvergüenza. No tiene límites".

"Ya veo. No te preocupes, haré que alguien se encargue de él".

"Es muy poderoso".

"De acuerdo".

Esa tarde, dos hombres con traje se dirigieron a la Corporación Fuente Verde. Les dieron acceso tras mostrar los documentos de identidad correspondientes y se dirigieron al despacho de Damon.

Damon estaba bastante enfadado por la intrusión. "¿Quiénes son ustedes?, ¿acaso dije que podían entrar en mi oficina?".

Uno de los hombres sacó una licencia. "Somos de la Facción de la Hoja Escarlata. Por favor, coopere con nosotros para nuestra investigación y venga con nosotros, señor Damon".

Damon ató a los dos hombres con cuerdas antes de arrojarles un cubo de agua en la cara para despertarlos.

"¿Qué dem...? ¿Dónde estamos?".

"¿Qué es esto?".

Los dos hombres de traje miraron aterrorizados a su alrededor mientras Damon se inclinaba con una mueca de desprecio. "Mira mejor. Están en mi casa, y ahora están a mi merced".

Al decir esto, Damon se giró hacia el hombre de la túnica negra con una expresión incómoda en el rostro. "¿Por qué no los mato y dejo que Paul venga a recoger sus cadáveres?".

"No. Enciérralos".

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