Viviendo con Mi Jefa Esposa romance Capítulo 1970

Ellen gritó. "¡Cuidado, Wilbur!".

Wilbur agarró el bastón que Howie lanzaba contra él, y lo apartó de las manos de Howie cuando una fuerte ráfaga de viento pasó por su lado e hizo que un escalofrío recorriera la espalda de Howie. De alguna manera, el bastón estaba justo encima de la cabeza de Howie, que temblaba mientras miraba fijamente a Wilbur. "¿Q-Qué estás t-tratando de hacer?".

Wilbur empujó a Howie a una habitación. "Creo que deberíamos tener una charla sobre tu familia y tu vida, señor Howie. Sin duda le debes una explicación a Ellen y a su madre".

Howie salió de su estado de confusión y se puso furioso. "¿Quién cojones te crees que eres? ¡Mi familia no es de tu incumbencia!".

Wilbur tiró a Howie al suelo de una patada, y un dolor agudo se extendió por el estómago de Howie, que comenzó a revolcarse a punto de llorar.

Wilbur preguntó. "¿Ahora es asunto mío?".

"Tú... está bien".

Howie sabía que no era rival para Wilbur y solo pudo obedecer. Wilbur se dirigió a la puerta y ahuyentó a los cuatro vándalos antes de cerrar la puerta y sentarse a la mesa. "Vamos, señor Howie. Tú eres un hombre, pero has defraudado a tu mujer y también maltratado a tu hija. Mira en qué estado está tu mujer. ¿No vas a cambiar para nada?".

Ellen se quedó mirando a Howie con lágrimas en los ojos. De todas formas era su padre, y estaba dispuesta a aceptarlo de nuevo si cambiaba de actitud y se comportaba como un hombre mejor.

Wilbur dijo. "Espero que tu padre realmente quiera cambiar. Es la única manera de que tu vida también cambie".

Ellen agarró a Wilbur de repente, besándolo apasionadamente. Los dos compartieron unos minutos de pasión antes de que Ellen dijera. "Gracias. Estoy segura de que sabes que... esto es todo lo que puedo darte".

Wilbur asintió, pero suspiró para sí mismo. Nunca había esperado nada de Ellen en absoluto y solo quería cambiar su vida para que tuviera el valor de seguir viviendo.

Al salir, Wilbur fue directamente al museo. Puso su carta en el buzón de sugerencias e incluso se quedó una hora para demostrarle a la señora Judy su sinceridad.