Viviendo con Mi Jefa Esposa romance Capítulo 1971

Pronto, el nuevo guía de turno se acercó. "Señor Penn, la Señora Judy dejó claro que no hay forma de cambiar su opinión sobre el caldero de bronce, y espera que no vuelvas más por aquí".

"Cualquier cosa podría pasar. Entiendo lo que la Señora Judy piensa, pero estoy seguro que podré tocar su corazón con mi determinación. La Señora Judy al final me venderá el caldero".

El rostro de la guía se sonrojó. Iba a pedirle a Wilbur que se fuera, pero él tenía tanta confianza que ella no tuvo más opción que decir: "Está bien, entonces. Haz lo que quieras".

Wilbur salió del museo y recibió una llamada de Layla.

"Señor, según las últimas noticias, el líder adjunto de los Panteras Negras, Bernard Stoli, se dirige a Migorn con los otros tres miembros de los Panteras Negras. Los ocho miembros se reunirán en Migorn hoy al mediodía. Su próximo paso probablemente será formar un equipo e ir por ti".

"Por favor, ten cuidado, señor".

"Por supuesto. No te preocupes por mí. Puedo encargarme de algunas panteras rebeldes".

Wilbur colgó el teléfono y regresó a su hotel. A pesar que los Panteras Negras no eran tan poderosos, de alguna manera habían aprendido un hechizo de invisibilidad de alto nivel que también ocultaba sus auras.

Si atacaran a Wilbur en ese estado, no sería bueno para Wilbur. Por esto, Wilbur fue y se compró un juego de campanas de viento en el centro comercial que colgó en su balcón. Después de eso, se sentó con las piernas cruzadas en su cama, canalizando su aura de dragón para descansar.

Con la puerta de su habitación de hotel cerrada, la única forma de entrar sin hacer ruido era el balcón. Ahora que las campanillas de viento habían sido colgadas ahí, Wilbur se prepararía apenas sonaran.

Bernard no estaba más que confundido. Después de todo, su maestro había dicho que el objetivo de los Panteras Negras no era otro que evitar que los mortales normales descubrieran los Calderos de los Nueve Dragones mientras esperaban que apareciera un elegido. Cualquiera que pudiera ser asesinado y cazado por los Panteras Negras no sería este elegido.

Muchos cultivadores se habían enterado de los calderos a través de los años, pero ninguno de ellos había pasado la prueba. Si alguien lograba pasar la prueba, eso quería decir que los ocho miembros de los Panteras Negras tendrían que morir.

Por eso las palabras de Perry habían sorprendido a Bernard. Después de todo, todos los miembros de los Panteras Negras habían sido rescatados por su maestro, y de lo contrario habrían muerto. Así, habían jurado lealtad a su amo en agradecimiento y como pago.

Alguien nuevamente había descubierto el secreto de los Calderos de los Nueve Dragones, y Bernard había pensado que esta sería otra muerte fácil, solo para que Perry dijera que Wilbur era muy probablemente el elegido que su amo estaba buscando.