Viviendo con Mi Jefa Esposa romance Capítulo 2209

Los soldados miraron con desprecio a Wilbur, pues sabía que las cosas estaban a punto de empeorar. Wilbur sabía que no podía quedarse mucho tiempo, pero Vernon dijo: "¡Lo encontré! Tira de la cuerda y la puerta se abrirá".

Wilbur se acercó y tiró de la cuerda. La puerta terminó por abrirse y dijo a los demás: "¡Vamos, dense prisa!".

Los exploradores se apresuraron a entrar en la última habitación secreta, y Wilbur los siguió por detrás mientras soltaba la cuerda.

¡Pum!

La enorme puerta metálica se cerró de golpe, bloqueando a los soldados que estaban fuera.

"Ya entraron, capitán. ¿Qué debemos hacer ahora?".

El capitán de los soldados frunció el ceño. "¡No van a salir vivos de aquí de ninguna de las maneras! ¡Suelten el agua!".

Un pasadizo apareció frente a los hombres de la sala. Al final del pasadizo había dos cofres, uno dorado y otro negro.

Por debajo del pasadizo estaban las aguas. Parecía que algo se movía en ellas mientras los hombres corrían hacia el podio situado al final del pasadizo para abrir los cofres.

El cofre dorado guardaba un montón de oro, y el negro, una sola canica negra.

"¿Qué es esto? ¿Una canica?".

Vernon cogió la canica negra y la miró, antes de dársela a Kean. Kean frotó la canica negra entre sus manos, antes de resoplar: "Sí, es una canica de cristal normal. Las máquinas no estaban tan avanzadas en esa época, así que una canica de cristal transparente como esta era símbolo de riqueza".

Todos los exploradores se pasaron la canica, que finalmente llegó a las manos de Wilbur.

Justo entonces, Mitch dijo: "Olvídate de la canica, busquemos el oro".

Eli y Aite se dieron la vuelta para marcharse, y Vernon dijo: "¡Eh, no pueden hacer eso! Por lo menos quédense para ayudar al señor Penn a sacar el oro de aquí".

"Nuestro acuerdo se terminó, así que ya no tenemos nada que ver con esto".

"Bueno, ¿entonces todo entre nosotros ha terminado?". Vernon frunció el ceño.

Los dos hermanos se detuvieron en seco y Eli se giró para mirar a Vernon. "¿Qué quieres decir, Vernon?".

"Ustedes dos consiguieron el mapa del tesoro de una civilización anterior, pero se lo ocultaron a todos nosotros. ¿Acaso nos considerabas amigos?".

Aite dijo fríamente: "Éramos amigos, y puede que dejemos de serlo. Lo siento, Vernon. Aunque espero que sigamos siendo amigos".

Justo cuando Eli y Aite se dieron la vuelta para marcharse, el suelo empezó a temblar violentamente. Al otro lado del pasadizo había un enorme árbol que crecía junto a las paredes, y sus ramas comenzaron a moverse.