Viviendo con Mi Jefa Esposa romance Capítulo 2211

"¡De ninguna manera!".

Wilbur miró fijamente al árbol que tenía en la pared de al frente. No sabía qué clase de criatura era aquel árbol, pero Wilbur jamás abandonaría así a sus compañeros. "Yo los traje aquí, así que yo los sacaré. A todos ellos".

"¿Ah, sí? Pareces bastante arrogante simplemente porque tienes la protección de las élites de la dimensión intermedia, ¿verdad? Déjame decirte esto, joven cultivador: ¡nadie que haya entrado en este lugar ha sido capaz de salir vivo antes, y tú no eres diferente!".

El árbol lanzó un grito de furia, y una docena de ramas se precipitaron hacia abajo. Sin embargo, justo cuando tocaron el escudo de luz, se convirtieron en polvo.

"¿Qué? ¿Es esta la ley de la dimensión intermedia? Ya veo, solo la Flecha de Arlot podrá matarte, entonces".

Al decir estas palabras, una enorme rama se alargó. Se convirtió en un hombre que emanaba una neblina negra por todas partes en el aire, que agarró el aire delante de él mientras un arco y una flecha aparecieron en su mano.

Al segundo siguiente, el hombre tensó el arco y apuntó a Wilbur y a los demás que estaban dentro del escudo de luz. Liberó la cuerda del arco, y una larga flecha formada por una neblina negra salió disparada hacia el escudo de luz.

Cuando la flecha y el escudo chocaron, la flecha se disolvió en humo negro y el escudo de luz se convirtió en numerosas partículas de luz blanca.

Cuando el escudo de luz se disolvió, el hombre de la miasma negra llamado Arlot sonrió satisfecho. Volvió a tensar el arco y apuntó a Wilbur. "Pobre cultivador tonto. Vas a morir, aunque tengas la protección de las élites dimensionales intermedias. ¡Vete al diablo!". Arlot rugió las palabras mientras las soltaba, y otra flecha de miasma negra salió disparada.

Wilbur no tenía intención de enfrentarse a nadie. Su plan era irse con todos lo antes posible, pero la actitud de Arlot lo enfureció.

El dragón lanzó un grito de agonía y desapareció en un aura de dragón.

Arlot sonrió satisfecho. "¿Qué tal treinta flechas?".

Cuando la voz de Arlot resonó por el pasadizo, nueve de sus clones aparecieron detrás de él.

Los diez Arlots se pusieron en fila, invocaron sus propios arcos y flechas y apuntaron al grupo que estaba en el pasadizo.

En ese instante, el primer caldero de dragón se elevó en el aire mientras emitía un resplandor blanco.