Viviendo con Mi Jefa Esposa romance Capítulo 2257

Este dominio era un desierto, y no tardó en empezar a correr el sudor por la frente de Wilbur. El suelo empezó a temblar justo cuando alzaba una mano para quitarse el sudor. Un enorme escorpión negro salió de la arena bajo los pies de Wilbur.

Wilbur recuperó el equilibrio y se mantuvo en pie. Comparado con el escorpión, Wilbur era del tamaño de una hormiga. El escorpión no tardó en notar la presencia de Wilbur y giró rápidamente sobre sí mismo. Levantó la cola y apuntó a Wilbur antes de golpearlo.

Wilbur se apartó de un salto. Vio cómo se movía la arena de un lado, seguida de un gigantesco lagarto que salía de las arenas movedizas. El lagarto se subió a la espalda del escorpión y sacó la lengua para atrapar a Wilbur.

Wilbur se deslizó hacia un lado y retrocedió una docena de pasos. Justo cuando lo hacía, el escorpión volvió a atacar, pero esta vez su cola atravesó la lengua del lagarto.

El veneno negro se esparció por la lengua rosada del lagarto, que no tardó en ponerse completamente negra.

El lagarto intentó luchar, pero murió poco después. El escorpión le abrió el vientre por completo, llenando el aire con el olor de la sangre. Al segundo siguiente, la arena volvió a temblar.

Entonces aparecieron docenas de escorpiones. Se dirigieron hacia el lagarto y se lo comieron todo en un minuto.

Sin embargo, el escorpión era demasiado grande y su caparazón era demasiado grueso para que una sola lanza de trueno le causara un daño importante. Wilbur continuó lanzando lanza tras lanza, y siguieron explotando en la espalda del escorpión.

Finalmente, con la lanza de trueno número ciento cincuenta, la espalda del escorpión explotó. El núcleo de la formación fue destruido finalmente, y Wilbur fue transportado de vuelta al fondo del pozo.

Soltó un largo suspiro y siguió avanzando. Los siguientes dominios con los que se encontró no eran tan duros como el del desierto y los escorpiones, lo que hizo que Wilbur tuviera la sensación de que había roto el núcleo de formación de uno de los cuatro pozos de las esquinas de la ciudad.