Resumo do capítulo Capítulo 2304 de Viviendo con Mi Jefa Esposa
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"¡Se te acabó el tiempo, Wilbur! ¡Toma esto!".
Victor lanzó un grito de furia, soltando el arco. La flecha roja como la sangre se acercó rápidamente a Wilbur, con una extraña energía formándose a su alrededor en forma de un remolino rojo.
Wilbur murmuró un hechizo y activó la Luz de Dragón antes de golpear hacia abajo. El dragón dorado salió disparado de su brazo, dirigiéndose hacia la flecha roja como la sangre.
Las dos energías chocaron. El dragón lanzó un grito mientras el remolino rojo se desvanecía y la flecha se dirigía hacia Wilbur con menos fuerza.
Wilbur extendió la mano derecha para bloquear el ataque. Los Guantes de Luz emitieron un brillo blanco cegador, y la flecha explotó en una niebla sangrienta al acercarse a los guantes. Unas gotas de sangre cayeron a un lado de la cara de Wilbur.
"¡Jajajaja!".
Victor soltó una gran carcajada. "Oh, Wilbur, eres muy pero muy ingenuo. No todas las energías puede convertirse por el poder de la luz. ¡Hoy, te quitaré la vida con este Arco del Sangreísmo!".
Victor se alegró al ver la cara de Wilbur. Volvió a tensar la cuerda del arco, y esta vez aparecieron tres flechas sangrientas. Al soltar la cuerda, las tres flechas salieron disparadas en tres direcciones formando un remolino que se cerró sobre Wilbur.
Wilbur murmuró un hechizo, y su aura de dragón formó un enorme remolino con un radio de diez metros a su alrededor. Desde que se convirtió en alumno de Orkot, Wilbur había llegado a comprender mejor el aura de dragón y ahora podía crear fácilmente un remolino con ella.
Extendió la mano derecha, extendiendo los dedos antes de cerrarlos en un puño.
Los sangrientos remolinos empezaron a fusionarse, y sus energías se condensaron en una flecha hecha de sangre. Al poco tiempo, todos los remolinos de sangre desaparecieron y solo quedaron tres flechas con carga.
Victor gritó: "¡Vamos, hijos míos! ¡Mátenlo!".
Las tres flechas de sangre se convirtieron en tres rayos de luz, que silbaron en el aire mientras se dirigían hacia Wilbur. Se dirigían hacia él con una fuerza tan poderosa que Wilbur no tuvo más remedio que activar el Refugio del Dragón.
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