Viviendo con Mi Jefa Esposa romance Capítulo 2303

"Por supuesto. Soy un hombre bastante práctico. Estoy dispuesto a traicionar a Victor si me puedes dar mejores beneficios".

Wilbur miró a Ariel, encontrándolo bastante ridículo mientras preguntaba: "Bueno, ¿cuánto dinero quieres?".

Ariel levantó un dedo. "¡Cien millones de dólares!".

Justo cuando Ariel dijo esas palabras, una flecha le atravesó el pecho, dejándole un agujero por el que salía sangre a chorros. Ariel se miró la herida del pecho, temblando por todo el cuerpo mientras se giraba tembloroso.

Victor estaba de pie detrás de él sosteniendo un largo arco de plata, mirando a Ariel fríamente mientras decía: "Nadie me traiciona, Ariel. Ya que no pudiste completar la misión que te encargué, morirás en agonía".

La última luz de los ojos de Ariel desapareció mientras se mantenían fijos en Victor antes de caerse al suelo sin vida.

Wilbur miró a Victor. "¿También estás intentando meterte en el asunto del Demonio Nocturno, general Víctor?".

Una sonrisa maligna apareció en el rostro de Víctor. "Es una pena, Wilbur Penn. Pensé que te infectarías con el virus del Demonio Nocturno y terminarías bajo mi control, pero tuviste la suerte de escapar. Aunque es una pena que no tengas tanta suerte esta vez".

Justo entonces, Wilbur vio a una docena de Demonios Nocturnos atacar desde fuera del estacionamiento. Parecían zombis, y Victor vio que la expresión de la cara de Wilbur había cambiado.

Victor soltó una carcajada. "No esperabas esto, ¿verdad, Wilbur Penn? Puede que hayas matado a Patrick, pero aún así no pudiste evitar que vinieran los Demonios Nocturnos".

Wilbur se elevó en el aire y extendió los brazos. Los guantes de luz de sus manos emitieron un resplandor brillante, mientras el propio cuerpo de Wilbur empezó a emitir un tenue resplandor cada vez más intenso.

Una vez que la bola de luz creció lo suficiente, Wilbur se separó de ella y la empujó hacia el cielo mientras miraba a Victor.

"Eres todo un héroe, ¿verdad? Creía que habías abandonado a estos ciudadanos por tu propio bien, pero parece que tienes un alma bondadosa. Lástima que la bondad no te libre de este disparo".

Victor tensó el arco, siendo esta vez la flecha de color rojo sangre. Una extraña energía apareció, y Wilbur jadeó al reconocerla.

Era el poder especial de uno de los Dioses Malignos, ¡el Dios de la Sangre! Wilbur comprendió que tanto Victor como Patrick se habían convertido en marionetas del Dios de la Sangre.

¡El Dios de la Sangre era el verdadero objetivo que Wilbur tenía que perseguir!