Viviendo con Mi Jefa Esposa romance Capítulo 2435

La flecha de hielo se había desvanecido en polvo, arrastrada por el viento, cuando Wilbur volvió la mirada hacia abajo. Su atención se centró rápidamente en Holt. Con un pisotón que resonó como un trueno, el suelo bajo sus pies se resquebrajó profundamente, y Wilbur salió disparado hacia Holt a una velocidad vertiginosa, atrapándolo por el cuello.

"Hoy es tu juicio final, Holt", declaró Wilbur con voz helada.

Sin embargo, antes de que pudiera apretar más, una figura oscura atravesó el aire, apareciendo justo delante de Holt. Un enmascarado detuvo el brazo de Wilbur con una fuerza sobrehumana. En un instante, la máscara se deslizó, revelando un rostro que Wilbur reconoció al instante.

El Mensajero Oscuro lo miró con una fría intensidad.

"Nos volvemos a encontrar, Wilbur Penn", dijo con una calma que emanaba amenaza.

La sorpresa cruzó el rostro de Wilbur. "¿Tú?"

El Mensajero Oscuro asintió con desdén. "Así es. Soy yo".

Wilbur apretó los dientes, su voz cargada de ira. "¡Tú!".

El Mensajero Oscuro ignoró la reacción de Wilbur y continuó, "Holt pertenece al Valle de la Luz. Si quieres matarlo, necesitarás mi permiso".

Wilbur dejó escapar una carcajada fría. "Así que sabías lo de la Bahía Bullard, pero...".

Antes de que pudiera terminar, el Mensajero Oscuro lo agarró por el cuello con una fuerza abrumadora, levantándolo del suelo como si no pesara nada.

"Wilbur Penn, después del Niño de la Luz, eres el ser que más odio en esta dimensión. Te detesto tanto que quiero matarte ahora mismo. Pero la muerte sería demasiado indulgente para ti. Quiero que sufras, que supliques por tu vida".

Con esas palabras, el Mensajero Oscuro descargó un golpe brutal en el pecho de Wilbur, lanzándolo hacia atrás. Sin embargo, Wilbur reaccionó con agilidad, girando en el aire y aterrizando con gracia, como si el impacto no lo hubiera afectado en absoluto.

El Mensajero Oscuro frunció el ceño, incrédulo.

"¡Sus energías son descomunales!".

La batalla estaba a punto de alcanzar su clímax.

…

El Mensajero Oscuro levantó su mano derecha, y en el aire apareció un gigantesco puño negro. La energía que lo formaba parecía destilar pura oscuridad. Con un movimiento decisivo, el puño se cerró, materializando un enorme martillo negro en sus garras. Bajo la luz de la luna, el Mensajero Oscuro se alzó como un dios iracundo, listo para desatar su juicio.

"¡Ja, ja! ¡Muere, Wilbur Penn!".

Con un rugido, el Mensajero Oscuro apretó su puño, y el gigantesco martillo descendió desde el cielo, estrellándose contra el suelo con una fuerza que parecía capaz de partir el mundo en dos.