Resumo do capítulo Capítulo 2559 de Viviendo con Mi Jefa Esposa
Neste capítulo de destaque do romance Urbano Viviendo con Mi Jefa Esposa, Internet apresenta novos desafios, emoções intensas e avanços na história que prendem o leitor do início ao fim.
"¡Me obligaste a hacer esto, joven explorador! ¡No me culpes por lo que pase después!".
La figura se abalanzó, fundiéndose con el cuerpo de Wilbur en un intento de tomar el control. Pero en ese momento, la voz del señor Oscuro resonó emocionada en la mente de Wilbur: "¡Esto es energía oscura brillantemente pura! Maravilloso, maravilloso...
"¿Qué? Eh, tú...".
La figura oscura fue devorada por el Señor Oscuro antes de que pudiera ceder. El Demonio Nocturno fue convertido en la energía del Señor Oscuro en cuestión de segundos, y Wilbur aterrizó en la playa ante la visión de Frank llorando desconsoladamente arrodillado en el suelo.
"¡Se acabó, señor Sonner! El Demonio Nocturno está muerto. Ya no tienes que llorar".
"No, ya no me importa". Frank sacudió la cabeza enérgicamente, con lágrimas cayéndole por la cara mientras seguía llorando.
Solo entonces se escucharon unos pasos detrás de él. Wilbur se dio la vuelta y se dio cuenta de que allí se habían reunido un centenar de aldeanos. Parecían no sentir ninguna empatía por Frank, sus miradas estaban llenas de odio, como si les hubiera hecho un daño terrible.
"¡Frank Sonner es el Demonio Nocturno! El Demonio Nocturno vive dentro de él".
"¡Vas a saltar al océano por tu cuenta ahora mismo si no quieres hundirnos contigo, Frank!".
"¡Sí, Frank! ¡Mereces morir, al igual que esos desvergonzados padres tuyos! Si no hubiera sido porque ellos le rogaron al Jefe Warner en aquel entonces, él nunca hubiera permitido que ustedes tres se mudaran a nuestra aldea".
"¡Son una carga para nosotros, los tres!".
Unas horas más tarde, Frank se subió a un bote y se alejó remando de la aldea. Wilbur observó cómo desaparecía de su vista, abrumado por la emoción.
La voz del Señor Oscuro resonó en su cabeza: "Se ha ido. Ya puedes apartar la vista".
"Eh, Señor Oscuro, ¿crees que somos amigos?".
"Supongo que podrías decir que sí".
"Bueno, ¿puedes decirme cómo te las arreglaste para controlar mi cuerpo hace un momento, y por qué puedes hacerlo?".
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