Viviendo con Mi Jefa Esposa romance Capítulo 29

Wilbur frunció el ceño. En efecto, llevaba ropa informal y no encajaba precisamente bien con los demás. Sin embargo, aquel tipo estaba siendo grosero con sus palabras.

Wilbur miró a Faye, esperando que le diera una explicación, pero ella estaba en medio de una conversación con un hombre y una mujer, y los tres se dirigían escaleras arriba. Estaba claro que iban a hablar de cosas.

Wilbur le dijo al hombre: "Soy el chófer de la señorita Yves".

"No me importa de quién seas chófer. ¡No tenemos lugar para gente vestida así aquí! Vete ahora mismo", dijo el hombre bruscamente.

La expresión de Wilbur se ensombreció. "¿Y quién eres tú?".

El hombre respondió con altanería: "¿Yo? Recuerda esto. Me llamo Mike Cannon y soy el dueño de este lugar. Solo los invitados de clase alta son bienvenidos aquí. Los conductores deben ir a donde pertenecen los conductores".

Justo en ese momento, entró un hombre musculoso vestido de traje de unos treinta años.

Detrás de él había dos mujeres guapas, también con trajes ceñidos al cuerpo y guantes blancos.

Sin embargo, Wilbur se dio cuenta de que las dos chicas sabían un par de cosas sobre artes marciales.

No obstante, a ojos de Wilbur, no eran rivales para él. El tipo también tenía algunas habilidades, pero aún era demasiado novato.

Mike se acercó al hombre de inmediato, inclinándose ante él respetuosamente. "Señor John, ha llegado".

El hombre llamado señor John se limitó a asentir y dijo: "¿Trajiste esa cosa preciosa que mencionaste? No me decepciones".

"No se preocupe. El señor José dijo que seguramente era un tesoro de valor incalculable", dijo Mike.

John asintió. Alcanzó a ver a Wilbur y frunció el ceño. "¿Por qué dejas entrar aquí a cualquiera?".

"Es el chófer de alguien. Intentaba aprovecharse de la comida de aquí. Lo echaré ahora mismo", dijo Mike.

John se burló y caminó junto a Wilbur.

A Wilbur le hizo gracia. Acababa de conocer a Ian el día anterior y ahora tenía que encontrarse con este tal John justo después. Las cosas se estaban poniendo interesantes.

"De acuerdo. No tiene sentido ocultarlo más, no cuando los Owens han pedido verlo", dijo el maestro José mientras empezaba a abrir la caja.

Justo entonces, una extraña sonrisa apareció en el rostro de Wilbur. Primero fue Ian Owens y ahora era John Owens. ¡Qué pequeño es el mundo!

En ese momento, el maestro José abrió la caja para revelar un objeto.

Parecía un incensario con misteriosas figuras grabadas. El objeto emitía un tenue resplandor azul y daba un aspecto curioso.

Su aspecto hizo que todos se agolparan a la vez, maravillados y asombrados tras contemplarlo.

El maestro José se mostró altivo y dijo: "Es un tesoro que encontré mientras practicaba el cultivo en las montañas. Tiene una energía mágica capaz de prolongar la vida y el bienestar de una persona si se guarda en casa".

"¡Guau! ¡Pensar que existen objetos mágicos como este!".

"¡Increíble! Usted sí que es increíble, maestro José".