Viviendo con Mi Jefa Esposa romance Capítulo 294

Sin embargo, Sammy dijo con seguridad: "No te mentí. Ni yo misma lo creería si no lo hubiera visto con mis propios ojos".

De repente, sonó su teléfono. Se dio cuenta de que era un número desconocido, y no estaba de humor, así que tiró el teléfono a un lado.

Dom se apresuró a preguntar: "¿Y si era una llamada de las autoridades? Quizá hayan encontrado la estatua de jade. Date prisa y contesta".

Sammy se dio cuenta de repente y se apresuró a contestar.

"¿Sammy?".

"¿Señor?".

"Ven a la Isla Lago Marino. He decidido ayudarte".

"¿De verdad? Gracias, señor. Enseguida voy".

Sammy colgó. Gritó de alegría y dijo: "¡Está dispuesto a ayudarme!".

Dom se apresuró a decir: "Vamos, entonces. No queremos que espere".

Vio la mala suerte que había tenido en los últimos años y se sintió mal por su hermana.

Sin embargo, no podía hacer nada. Realmente se sentía feliz por ella porque parecía feliz.

Dom deseaba que Wilbur fuera realmente tan milagroso como lo describía su hermana.

Después de todo, su reliquia familiar valía una fortuna.

Llegaron al vestíbulo del hotel. Sammy se torció el tobillo de repente y cayó al suelo, gritando de dolor.

"¿Qué ha pasado?”. Dom se apresuró a ayudarla a levantarse, preguntando en tono afligido.

Sammy lloró y dijo: "Qué mala suerte tengo. Me he vuelto a torcer el tobillo".

Wilbur sonrió y dijo: "Es un regalo de alguien. Sabía que era tuyo, así que te llamé para que vinieras".

"Pero...". Sammy seguía con cara de confusión.

Dom suspiró y dijo: "Señor, es usted verdaderamente capaz. Estoy asombrado".

Los Shandon eran una rica familia de negocios en Zelanda. Dom era un hombre de negocios y tenía una amplia red de conexiones.

Dom comprendió que el hecho de que la estatua de jade apareciera con Wilbur tras ser robada significaba que tenía una influencia extraordinaria en la ciudad Seecher.

"No te preocupes. Les dije que investigaran quién había robado la estatua de jade. Creo que la verdad saldrá pronto a la luz. Para entonces le daré una pequeña lección al ladrón", dijo Wilbur.

"Gracias, señor, pero ¿está seguro de que mi hermana está maldita?". La estatua de jade era su reliquia familiar, así que pensó que debía tener más cuidado.

"¿Qué estás haciendo? Vete de aquí si no le crees". Sammy tenía miedo de ofender a Wilbur, así que regañó a su hermano.