Viviendo con Mi Jefa Esposa romance Capítulo 34

Estaba sola en medio de la noche, descalza y solo vestida con un pijama cubierto de tierra. Cualquiera podría deducir que algo le había ocurrido.

Las lágrimas corrían por el rostro de la chica, pero seguía callada. Faye siguió tratando de persuadirla mientras Wilbur solo podía mirar.

Al cabo de un rato, las emociones de la chica se estabilizaron un poco.

Faye la llevó a su habitación y le dio un pijama nuevo. También le lavó la cara antes de llevarla de nuevo a la sala de estar.

Mirando a la chica entonces, la verdad es que era bastante guapa. No estaba claro qué le había pasado.

Faye le preparó un plato de pasta y continuó dándole consejos y consuelo.

Por fin, la chica empezó a hablar después de comer.

Se llamaba Shelby Seacrest. Era de un pueblo rural y tenía un novio que estaba yendo a la universidad en la ciudad Seecher.

Ella había venido a la ciudad con su novio y trabajaba para pagarle los estudios. Pero después de graduarse y encontrar un buen trabajo, él empezó a tratarla cada vez peor, con malos tratos físicos y verbales.

Eso es lo que ha vuelto a ocurrir esta noche. La atacó de repente y la echó de casa.

Ella no llevaba nada encima ni tenía a dónde ir, así que solo pudo vagar sola por las calles hasta que se encontró con Wilbur y Faye.

Faye estaba furiosa por la historia. ¿Cómo podía existir alguien tan despiadado y desagradecido? ¡Apenas podía considerarse un ser humano!

"No te preocupes, jovencita. Puedes quedarte aquí por ahora. Te conseguiré un trabajo, así que no tendrás que preocuparte por nada. La gente como esa no merece ni una lágrima tuya", se enfadó Faye.

Shelby asintió con tristeza. Faye la abrazó con el corazón oprimido mientras le acariciaba la espalda.

Wilbur también suspiró. Aquel hombre se había pasado de la raya.

"¿Quieres que te devuelva el dinero? Estoy seguro de que todavía te debe una buena cantidad de dinero", dijo Wilbur.

La chica sacudió la cabeza. "Está bien. Ya no quiero tener nada que ver con él".

La noche se fue oscureciendo poco a poco.

Shelby daba vueltas en la cama sin poder conciliar el sueño, con la expresión solemne.

Un rato después, respiró hondo y salió de su habitación. Llegó a la habitación de Wilbur y giró lentamente el pomo de la puerta para abrirla.

Wilbur, que estaba meditando acostado en su cama, abrió los ojos y vio la puerta de su habitación abierta de par en par.

Wilbur no se movió. Canalizó la visión nocturna que había cultivado y pudo darse cuenta de que era Shelby quien había entrado en su habitación.

Lo único que pudo ver fue a Shelby parada a los pies de la cama de Wilbur durante un rato, antes de decir: "Oye, ¿estás dormido?".

Wilbur se volteó para encender las luces junto a su cama.

Vio la expresión de inquietud en el rostro de Shelby y frunció el ceño. "Ya es muy tarde. ¿Pasa algo?".